Rajoy arropa a Camps y sella un compromiso contra la corrupción

MALLORCA- Bajo el título «Más sociedad, mejor gobierno. Compromiso 2011-2015», arrancó ayer en la capital balear la convención autonómica del PP. Un acto que será clausurado hoy por Rajoy y en el que se presentaron oficialmente los candidatos a las elecciones del 22-M. El cónclave, inaugurado a media mañana por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, comenzó con un claro mensaje a ETA dirigido a «rendirse, entregar las armas y pedir perdón a las víctimas» además de que no concurran en las elecciones .

La crisis económica del país y el Gobierno de Zapatero centraron buena parte de sus críticas señalando que el Ejecutivo ha tenido «ocurrencias extravagantes» como las bombillas de bajo consumo o el cambio de farolas, y apuntó que «a algunos les hacen falta menos farolas y más luces». En marco de la convención autonómica apuntó también a otros candidatos autonómicos, los del PSOE, a los que acusó de ser «coautores» de la «nefasta» política del Gobierno de Zapatero y tienen «miedo» a las urnas porque su deseo es mantenerse en el «sillón».

Una de las intervenciones más esperadas y que más atención mediática provocó fue la del presidente Valenciano, Francisco Camps, ya que era su primer gran acto de partido con Rajoy tras su designación oficial como candidato. Camps entró en escena entre fuertes aplausos para dirigir sus primeras palabras a los militantes de su partido en la Comunidad Valenciana, a los que definió como «los mejores» de España a pesar de «un Gobierno nacional a la contra» que les ha quitado «todo menos la dignidad y las ganas de trabajar» y animó a todos los candidatos autonómicos: «Somos imbatibles, somos los mejores», dijo.

Entre las propuestas del programa del PP, en el que ha participado activamente FAES, destaca la austeridad, la transparencia y la regeneración. De hecho, el PP selló ayer un compromiso contra la corrupción política donde plantea la reforma del Código Penal para endurecer las penas por estos delitos.

El decálogo
- Limitar a un máximo de diez el número de consejerías por comunidad y ciudad autónoma.
- Establecer un marco de referencia para los salarios de los cargos políticos.
- Reducir las delegaciones territoriales de las comunidades para ganar eficiencia y simplicidad.
- Recortar el número de entes y organismos del sector público y de número de altos cargos.
- Racionalizar las embajadas autonómicas.
- Educación en castellano en todas las etapas.
- Garantizar la cohesión del sistema educativo.
- Reformar el Código Penal con el fin de endurecer las penas contra la corrupción.
- Apuesta por el consenso.
- Una sociedad solidaria con los mayores y responsable con las generaciones futuras.