Soldado y Messi

Lionel Messi no es un goleador propiamente dicho, aunque marca muchos más que quienes tienen calificativo de tal. Es más que eso. No es de los futbolistas que espera la oportunidad. La busca, se la crea, bate al portero contrario o le cede la oportunidad al compañero mejor colocado.
Delantero goleador es Soldado, aunque su marca anual no sea espectacular. Es jugador a quien se espera que sea capaz de aprovechar la oportunidad dentro del área contraria. Ayer, en el instante en que más difícil tenía la ocasión de enviar el balón a la red fue autor del tanto que dio esperanzas al Valencia. A Messi no hay que esperarle porque siempre está presente. A los delanteros como Soldado hay que concederles la condición de jugadores que pueden aparecer en el momento oportuno. Anoche lo hizo por segunda vez.
El Barcelona alimentó la ilusión de la victoria con la primera aparición estelar de Messi. El Valencia fundamentó la victoria con el esfuerzo colectivo, el ataque casi constante y la creación de ocasiones de gol. Al Barça le duró la ventaja menos de dos minutos. El Valencia la mantuvo y la aumentó en la fase final del partido. Messi no necesita dejar constancia de su calidad y la fuerza goleadora barcelonista. Soldado estaba ansioso porque fue fichado como titular para sustituir a Villa y se está jugando el puesto con Aduriz, cuyo rendimiento, por ahora, era más efectivo.
Al Barcelona le bastaba el empate en Dinamarca para seguir su marcha hacia la segunda fase de la Liga de Campeones. El Valencia necesitaba ganar para opositar firmemente a la siguiente fase y lo consiguió. E hizo caja.