Tres etarras roban en Francia material para falsificaciones

En el comunicado en el que anunciaban la suspensión de las «acciones ofensivas» y, en declaraciones posteriores, los pistoleros se reservaron la posibilidad de realizar «labores de abastecimiento», como el citado robo, lo que, por otra parte, demuestra una voluntad de continuidad y no de desaparición.

Los hechos ocurrieron a las 20:10 de la tarde en la localidad de Bourg de Peage, en el departamento 26 (Drome). Los tres individuos, que iban vestidos de negro y encapuchados (uno de ellos llevaba una pistola al cinto)y se identificaron como miembros de ETA, entraron en la empresa Impuls-France, especializada en la fabricación de productos de identificación automática.

Nada más acceder al recinto se dirigieron al único trabajador que estaba en el edificio, al que maniataron, y le mostraron la lista del material que venían a robar, entre el que había impresoras, cartuchos de tinta, tarjetas plásticas codificadas, tarjetas con chip, etcétera. Hablaban francés con acento español.

Según las fuentes consultadas, los etarras se llevaron seis impresoras de tres modelos distintos (HDP, C-30 y SP-35); seis mil tarjetas en blanco de las que se utilizan para fabricar las de crédito (lo que ha sorprendido, en principio, a los investigadores) y, lo que se considera más importante, varios programas de ordenador: Card-Five, Assure-ID, Nice Label y Cod Soff.

En cualquier caso, los terroristas iban con una misión concreta y a llevarse un material que puede ser utilizado por el «sub aparato de falsificación» de la banda, que se encontraba bajo mínimos tras las desarticulaciones realizadas en los últimos años, entre ellas la detención de su responsable, Ekaitz Sirvent; y el descubrimiento de abundante material tras ser levantados varios «zulos». Huyeron del lugar a bordo de un Citröen Xsara, propiedad de la empresa.

Las citadas fuentes señalaron que con el material robado de pueden falsificar distintos tipos de documentos, entre ellos las acreditaciones de seguridad que se utilizan para acceder a empresas y edificios oficiales. Otra hipótesis es que las tarjetas sustraídas y los programas puedan ser el pago en especie a mafias del Este de Europa a cambio de armas. Estas organizaciones criminales utilizan habitualmente este tipo de utensilios para sus actividades delictivas.

El modus operandi de los asaltantes a la empresa Impuls-France coincide con el empleado en otras ocasiones por miembros de ETA. El robo se ha cometido poco días después después de que la Policía francesa apuntara a la banda como sospechosa del robo de un coche cometido el pasadodía 14 en la localidad de Champagne Mouton.