ANÁLISIS: Recuerdos de Coto Bello por Julián REDONDO

- ¿Ha ganado Nibali la Vuelta en la Bola del Mundo?
–No, en este penúltimo y durísimo tramo Nibali no ha hecho sino defenderse, divinamente, por cierto. Pero donde ganó la Vuelta fue en Coto Bello; o mejor, donde no la perdió.


- ¿Tan trascendente fue el desconocido paraje asturiano?
–Trascendente y determinante. Al pie de Coto Bello el líder del Liquigas estaba «muerto» y el director nombró a Kreuziger su ángel de la guarda. El checo hizo la subida al ritmo que le marcó el italiano y no pudo responder al primer ataque, ya en los últimos dos kilómetros. Cuando «Purito» saltó, Nibali se despatarró. El error fue del Xacobeo, de Pino, por no dejar atacar antes a David García, que estaba entero, y de Mosquera, por no confiar en sus fuerzas. Kreuziger marcó la pauta más conveniente para su jefe y el resto no importunó.


- ¿Han pecado los españoles de pardillos?
–La escena no es nueva, y no es una cuestión patria sino de carácter, de ambición y de fuerzas. El ciclismo es un deporte de equipos, no de nacionalidades –salvo en el Mundial–, y los intereses son diversos. Pero hay antecedentes de corredores ingenuos: en 1983 Hinault «entró en crisis» en Pajares y no le «remataron». Lejarreta, Chozas, Pino y Julián Gorospe fueron conformistas, como Mosquera, y en Serranillos Gorospe lo pagó caro. Hi-nault no se apiadó y venció.