Aitana Sánchez-Gijón: «La solución no es asaltar supermercados»

– «Babel». ¿Vivimos ahora en otra Babel?
–Vivimos en una olla a presión a punto de estallar.
–Lo digo porque los políticos, economistas, etc., hablan lenguas distintas.
–Es verdad. En ese sentido sí que estamos en otra torre de Babel.
–Cuatro actores haciendo nueve papeles. A lo que nos lleva la crisis...
–Hoy, los autores escriben para pocos actores. Cuantos menos, mejor.
–Es la mujer de un policía que le pone los cuernos.
–En esta función, todos ponemos los cuernos a todos.
–También es una psicóloga que se sube al coche de un desconocido, algo que no haría nunca, imagino.
–Claro. Una vez, siendo joven e inconsciente, subí a un desconocido y me llevé un susto de muerte: quería llevarme al huerto...
–«Babel»: un thriller de amor, sexo y desengaño. ¿Eso es lo que nos ha pasado con el euro?
–No sé si hemos tenido sexo con el euro, pero dicen que no tenemos otro camino, pese a los desengaños.
–La obra de más éxito del verano ha sido la marcha de Sánchez Gordillo...
–Tiene un valor simbólico, pero la solución no es asaltar supermercados.
–Si esto sigue así, dice, los artistas tendrán que vivir de otras cosas.
–Sí, haremos teatro por amor al arte y viviremos de otros oficios.
–¿De qué podría vivir usted?
–Después de 28 años de profesión, no concibo otra cosa. No me veo haciendo un cursillo de vendedora a domicilio, pero si hay necesidad...
–Una obra sobre la confianza y la traición. ¿La infidelidad surge por...?
–Puede surgir por divertimento, por afán de novedad, de aventura...
–¿El amor termina cuando la pasión se extingue?
–No, el amor empieza cuando la pasión acaba. La pasión va y viene. El amor es fijo.
–Hasta que se hace mediopensionista...