Cataluña

Golpe tecnócrata por Josep Maria Rañé

La Razón
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Este fin de semana, hemos asistido a un nuevo episodio de la imposición de la economía sobre la política.

La substitución de los presidentes de los gobiernos de Grecia e Italia por dos tecnócratas independientes más que un ejercicio democrático recuerda la opción del Senado romano, que en los momentos de crisis del Imperio, nombraba a una persona para que dictara, de ahí lo de dictador, las normas sin tener que consultarlas.

Su nombramiento abre la duda sobre a qué intereses servirán. Si a los de la ciudadanía o a los de la economía, dado que ambos han formado parte del Banco de Inversiones Goldman Sachs en un momento u otro de su vida, como también lo hizo el actual presidente del BCE, Mario Draghi, y que esa fue la entidad que ayudó a falsear las cuentas del Estado griego.

La tecnocracia no es la solución a una salida humana de la crisis. Sirve para hablar el mismo lenguaje que los mercados pero no para cambiar las cosas. Ahora lo que se necesita es que el poder político pueda hablar, y negociar, de tú a tú a los poderes económicos globales, no que se plegue a ellos.

Prueba de ello es que el sacrificio en el altar del pragmatismo de esos valores democráticos tampoco ha calmado a esos insaciables dioses, que constituyen las masas de capitales deseosas, o necesitadas, de más y más rendimientos.

Así pues, aunque alguno de los substituidos pueda que no sea «santo de nuestra devoción», forzar su salida desde fuera de la representación popular es una mala práctica que puede crear peligrosos precedentes