Ciertos hombres

No sé si son o no maltratadores en activo, pero son ejemplares que se expresan con libertad y vehemencia en los foros de internet contra la mujer, casi siempre amparados en el anonimato. Es su discurso una mezcla de fobia y nefasta educación contra el género femenino. Piensan y dicen que las hembras son las causantes de todos sus males. Ellas son culpables porque no les cuidan, no les atienden, no les lavan, no les adulan ni responden a sus necesidades sexuales. Hablan del maltrato al varón y dicen cosas como que el anciano que mató a su mujer hace unos días hizo bien porque ella lo había abandonado sin pensar en su edad, por eso ella se merecía que las ruedas del pobre viejito pasaran por encima de su cuerpo. Sin comentarios.
Hay todavía en el tuétano de nuestra sociedad un machismo mucho más sutil que se manifiesta en cantidad de detalles de la vida cotidiana. Y no son estos violentos cómplices, son varones que no encuentran su espacio en lugares donde ella es y se siente tan importante como él y no está por la labor de regalar el poder a nadie. Hay mucho que transformar y no hay que mirar lejos. Aquí muchos siguen sin renunciar a la fuerza como motor del mundo. Pero la mayoría de las mujeres necesitamos sus manos para compartir ese tremendo esfuerzo que nos da tener cobijo y familia. Necesitamos compañeros capaces de ponerse en nuestra piel. De amar de una manera nueva. Queremos soñar, idear, compartir, decidir, aprender, gestar con ellos. Tenemos que inventar una nueva forma de relación más justa en la diferencia. Y lo lograremos, aunque ciertos hombres se empeñen en lo contrario.