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Rajoy: «Bajaremos el déficit todo lo que se pueda»

La Razón
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MADRID- A su manera, y dentro del limitado campo de acción que tiene en el ámbito público, el presidente del Gobierno oficializó ayer lo que era ya un secreto a voces. Aunque Bruselas no se mueva, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de marzo no incluirán el «hiperbólico» ajuste del gasto público que exigiría el 4,4 por ciento de déficit que la Comisión Europea mantiene todavía como objetivo pese al vuelco del escenario económico (de crecimiento a recesión y de partir de un 6 por ciento de déficit a hacerlo desde un 8,5 por ciento). «Bajaremos el déficit todo lo que podamos, sin prisa, pero sin pausa». Con esta declaración de intenciones Rajoy confirmó que el 4,4 por ciento no es una meta alcanzable, pero al mismo tiempo siguió mandando señales a Bruselas y a los mercados sobre su compromiso con la estabilidad presupuestaria, con las reformas y con los recortes en el gasto. Con un discurso de tono churchilliano, el presidente avisó de la dureza de los ajustes pendientes, pidiendo a los españoles que entiendan que las cosas no son fáciles y que, en consecuencia, habrá que hacer muchos esfuerzos. «Pero deben tener la total y absoluta certeza de que de esta situación vamos a salir pronto», garantizó, hilando así su argumentación con la teoría de Moncloa de que a los ciudadanos se les puede pedir más sacrificios, pero siempre hay que dejarles encendida una luz al final del túnel. En vísperas de que hoy viaje a Bruselas para participar en el Consejo Europeo, el jefe del Ejecutivo insistió en la importancia de combinar los ajustes con políticas de crecimiento que permitan incrementar los ingresos y avanzar «en el objetivo fundamental» del Gobierno, que es la creación de empleo. En 2011, se gastaron 90.000 millones de euros más de los que se ingresaron, recordó, como punto de partida del duro camino que queda por recorrer en este año. El Gobierno acude hoy a la cumbre europea con la esperanza de que en la misma se abra al menos una reflexión sobre la necesidad de revisar el plan de consolidación fiscal que la Comisión Europea estableció para la eurozona. Hoy por la mañana el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, presentará a sus colegas del euro y al comisario Olli Rehn todos los detalles del desvío del déficit en 2011, después de que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reiterase ayer que Bruselas sólo tomará una decisión al respecto cuando conozca los Presupuestos para este año. Una vez encallado el tira y afloja en este punto, el Gobierno seguirá adelante, aunque Bruselas no se mueva, y elaborará unas cuentas «ajustadas a la realidad», o dicho de otra manera, que no incluirán la «poda» tan brutal que exige alcanzar el 4,4 por ciento de déficit en este ejercicio. Ese salto obligaría a bajar las pensiones y a despedir a funcionarios y rebajarles el sueldo, entre otras medidas de fuerte coste social. Además de las consecuencias negativas en la contracción prevista. El Consejo de Ministros aprobará el viernes el cuadro macroeconómico.