Estreno

Desideologizar

La Razón
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La desideologización de la cultura es una falacia. Actores, cantantes y bailarines «intelectuales» sacan a relucir el plumero de su tendencia para recibir prebendas y crear antipatías. Muchos no vamos a una película u obra de teatro que protagoniza X, a un concierto de Y o un espectáculo del artista Z, porque nos repelen. Hay una intelectualidad, de la auténtica, con una ideología definida, conocida por todos, que no aparecía al lado del partido, sonriendo junto a sus líderes que más tarde responderían a su limosneo. Los políticos quieren al lado, más bien debajo, a sus costaleros y bufones, que les sacan del apuro y que son especialistas en firmar y leer manifiestos, y en echar cortinas de humo para tapar las miserias de sus líderes. Bien por ellos, así se prospera, con servilismo y peloteo, y así nos va al resto. Me pregunto dónde pagarán sus impuestos algunos, que hacen sus películas en el extranjero, y que sólo aparecen por Madrid en alguna manifestación. Seguro que no se van a resentir de las medidas del Gobierno para una hipotética recuperación económica. Que vengan ahora y que pidan otra vez el voto, luciendo ceja circunfleja.