Sucesos

Recompensa a quien atrape al agresor de Sara

La tortuga, hallada en Florida fue rescatada con una herida de arpón que le atravesó la cabeza; ya está fuera de peligro

ras ser operada, ha vuelto a nadar en el estanque del centro en el que se recupera
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MADRID- En Florida, como si de un pistolero se tratara, se ha ofrecido una recompensa de 7.000 euros a quien aporte información que permita detener al agresor de una tortuga herida con un arpón en la cabeza. La tortuga caguama, especie también conocida como tortuga boba, que responde al nombre de Sara, ya está fuera de peligro. Parece increíble que tras ser rescatada el pasado 3 de agosto con una herida de arpón que le atravesó la cabeza en un remoto cayo de Florida, el animal ya pueda nadar en el tanque de observación del hospital en el que se encuentra recuperándose.
Este hecho hizo aflorar la indignación de quienes la atendieron en el hospital para animales en peligro de extinción, por lo que decidieron ofrecer una recompensa para encontrar al agresor. El primero en tomar la iniciativa fue Richie Moretti, fundador del hospital, que ofreció la cantidad de 350 euros. Luego se unieron varias personas anónimas, y más tarde, negocios particulares que se iban enterando de lo ocurrido. Así la cantidad inicial fue subiendo gracias a la solidaridad de los lugareños, alcanzando los 7.600 euros en metálico. Otros, que han querido aportar su granito de arena, han ofrecido incluso varios servicios para aquellos que aporten pistas, como por ejemplo tres inmersiones de buceo gratis en una escuela de la zona, o tres salidas de pesca gratuitas.
La joven tortuga, que pesa unos 57 kilos, pertenece a una especie en peligro de extinción. Carnívora y solitaria, la tortuga boba habita en Florida, aunque su presencia también está muy extendida en diferentes zonas del planeta. Sara, que fue rescatada por una familia que se encontraba pescando, fue atendida por una ambulancia de animales que la llevó al hospital especializado de Marathon. Se necesitó la ayuda de bomberos para cortar el metal del arpón y hacer más sencillo su traslado al centro para ser atendida. Allí se logró estabilizarla con antibióticos y se le tomaron radiografías, en las que se pudo ver cómo el arpón alcanzó la glotis del animal, que es lo que le permite respirar.
A la mañana siguiente fue operada y se le retiró el arpón, que ha sido entregado a la Comisión de Pesca como prueba para encontrar al responsable.