Sevilla
Las cámaras del centro no descansan ni por la noche
Las cámaras que vigilan las entradas y salidas al centro para garantizar el cumplimiento del «blindaje» no descansan nunca. Es decir, que si usted aparca su vehículo en el casco histórico pasadas las 22:00 horas –cuando acaba la prohibición– no puede confiarse en que su matrícula ya no ha sido captada, pues a pesar de eso el sistema no está desconectado, sino que permanece en estado latente o «dormido», según la terminología empleada desde el teléfono 010 de información municipal.
Así que al día siguiente deberá sacar el coche antes de las 8:45 horas si no quiere recibir una multa de 70 euros. Y el tiempo de salida se reduce si la entrada la noche anterior se produjo antes de las 22:00, pues entonces habría que descontar los minutos ya consumidos en el trayecto de acceso.
Éste es uno de los numerosos aspectos del plan de ordenación del tráfico que todavía son desconocidos para la gran mayoría de conductores y que podrían provocar un elevado número de sanciones. Al informar los carteles presentes en todas las zonas de acceso al casco histórico de que las restricciones están vigentes entre las 8:00 y las 22:00 horas, los ciudadanos pueden dar por hecho que en las diez horas restantes el sistema no capta ni las entradas ni las salidas y, por lo tanto, no registra tampoco las matrículas de los vehículos.
La confusión aumenta porque en el texto del plan de ordenación viaria del casco histórico para la protección de la zona monumental, que se puede consultar en la página web municipal www.trajano.es, no se hace referencia expresa a este caso concreto, así como tampoco aparece en el resto de la información que se ofrece acerca del «blindaje».
Aunque en alguna documentación entregada a ciertos colectivos –como asociaciones vecinales o de comerciantes– sí aparece reflejado un punto que aclara esta cuestión, ésta no es de acceso directo para cualquier ciudadano. De hecho, incluso agentes de la Policía Local consultados a pie de calle sobre esta cuestión aseguraron que, si el coche había entrado en la zona restringida después de las 21:15 horas, no podría ser multado en ningún caso, pues el periodo de restricción ya había concluido. Esta desinformación, que afecta incluso a personas y colectivos muy familiarizados con la reordenación del tráfico, provoca muchísima confusión.
Precisamente las dudas existentes, que no sólo afectan a esta circunstancia concreta sino a muchísimas más dentro de la ordenanza, provocan entre los ciudadanos un miedo a ser multado que actúa como elemento disuasorio y multiplica los efectos del «blindaje».
Ni «lleno de vida» ni «desierto»
Resulta evidente que la entrada en vigor de la reordenación del tráfico ha supuesto una importante reducción de la entrada de vehículos privados al centro. Basta comprobar el número de plazas de aparcamiento en superficie que están disponibles ahora, muchísimas más que antes del 17 de diciembre. No es que las calles sean un «desierto», como lamentan algunos comerciantes de la zona, pero desde luego tampoco está «lleno de vida», como asegura el delegado de Movilidad, Francisco Fernández.
Desde el Ayuntamiento realizan un balance «positivo» del primer mes de vigencia del plan, si bien no ofrecen datos exactos. Tan sólo se limitan a señalar que la ocupación de los aparcamientos públicos casi alcanza el 60%, por lo que «más del 40% de las plazas rotatorias están libres», y que el número de usuarios que utilizan los transportes públicos para acercarse hasta el centro ha aumentado.
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