España

Vuvuzelas y crisis

La Razón
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Desde hoy y hasta que España gane el Mundial o vuelva eliminada –lo primero mejor– no nos engañemos: ni tasa de basuras, ni recorte en la recogida, ni Gómez Ulla, ni Carabanchel, ni Alcaldes del sur, ni Gurtel, ni espías, ni Aguirre, ni Gallardón, ni Gómez, ni Lucas. Desde hoy a Madrid le toca vivir ese extraño estado analgésico que tuvimos durante la última Eurocopa en la que todo el mundo andaba contento. Seguirá habiendo atascos, problemas laborales y bajadas de sueldo. Seguirá el paro – mucho paro – y la crisis que no entiende de fútbol y que demuestra que lo suyo con nosotros si que es afición. Desde hoy, que España empieza en el Mundial, iremos aparcando de manera intermitente y como podamos el día a día habitual. Incluso aunque a usted no le guste el fútbol porque a estas alturas ya sabrá que es imposible evadirse: por mucho que se quiera correr el Mundial es más rápido. Desde hoy nos iremos poniendo el bálsamo del fútbol, esa irreal aspirina, que aunque no sirve para las cosas importantes al menos entretiene y calma los síntomas que es más de lo que se puede decir de muchos de los que supone que nos tendrían que sacar de ésta. Llegados a este punto sólo queda esperar una cosa: que ya que las vuvuzelas éstas infernales nos van a aturdir durante unos días, que cuando todo acabe, seamos algo más felices.