Literatura
Fernández Albaladejo: «He hecho un ajuste de cuentas con la historiografía»
"La crisis de la Monarquía", obra galardonada hoy con el Premio Nacional de Historia, es según su autor, Pablo Fernández Albaladejo, un "ajuste de cuentas con la historiografía", en el que ha tratado de modificar el "enfoque pesimista"que existía sobre el XVII, "el siglo maldito".
En declaraciones a Efe tras conocer el Premio, dotado con 20.000 euros y concedido por el Ministerio de Cultura, Fernández Albaladejo, ha considerado que quizás esa "revisión"que hace de la historia ha motivado el galardón, que le ha resultado "totalmente inesperado".
El autor, catedrático de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Madrid, asegura que en su obra no niega que en el siglo XVII hubiera cambios cruciales "que tuvieron más bien una vertiente negativa", pero añade que también se vivió entonces "un impulso creador importante en términos culturales y de la propia reconstrucción del país".
"He intentado ubicar al siglo XVII español dentro de su contexto historiográfico, y las cosas resultan entonces menos dramáticas, más homologadas a la dinámica europea, perdiendo un poco ese sentido tremendo atribuido siempre a ese etapa", asegura el catedrático, cuyo trabajo de investigación se centra en la historia política y constitucional del Antiguo Régimen.
Entre las obras de Albaladejo destacan "Fénix de España. Modernidad y cultura propia en la España del siglo XVIII"(1737-1766); "Materia de España. Cultura política e identidad en la España Moderna"(2007); o la galardonada hoy, "La crisis de la Monarquía"(2009).
Para el autor, de 64 años, existía una cierta "tradición historiográfica española"que contemplaba el siglo XVII como un momento "en el que poco menos que la providencia nos castigó", por lo que su obra intenta precisar el alcance de esa "percepción pesimista".
Según Fernández Albaladejo, "nunca hay que dar por sentado que las cosas ya se saben", algo muy frecuente en su opinión, y en este sentido ha destacado su afán de no darse "nunca por satisfecho".
"Leyendo mucho uno se da cuenta de que hay una especie de resignación a aceptar dinámicas que ya vienen prefabricadas", asegura el historiador, quien considera que la historia, no sólo la del XVII, "sigue teniendo verdaderos agujeros y muchas cosas están cogidas con alfileres o con interpretaciones simples".
En su opinión, la historia "es otra forma de pensar el presente", algo que Albaladejo hace que sus alumnos siempre tengan en mente; "desde ese presente, se recibe permanentemente a la historia", lo que hace que hechos como la globalización o la interculturalidad sean "incitaciones para repensar hasta qué punto hemos construido el pasado con unos esquemas que ya no se sostienen".
"La historia es una fábrica permanente, es un tejer y destejer", afirma este historiador, quien se muestra resignado ante la constatación de que las humanidades sean "saberes minoritarios", lo cual sirve para hacer que los realmente interesados sean personas "con un mayor sentido de vocación".
Actualmente el historiador escribe un libro sobre la identidad de España, relacionado también con el siglo XVII, aunque reconoce que en su haber sólo cuenta con cuatro o cinco obras porque para él cada libro "es una enfermedad; me cuesta sudor y lágrimas escribir porque es una lucha constante con el día a día, con la página o con la bibliografía".
El jurado ha tenido como presidente al director general del Libro, Rogelio Blanco, y como vicepresidenta a la subdirectora general de Promoción del Libro, Mónica Fernández.
Además han formado parte del jurado Manuel Jesús González, Pedro Navascués, Juan Velarde, Rafael de Mendizábal, Eduardo Sanmartín, Conxita Mir y Fernando García de Cortázar y José Antonio Escudero, galardonados en 2008 y 2009, respectivamente.
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