«La pintura del Thyssen no es la que solemos ver en otros museos de España»

Málaga- En unos días se cumplirán tres meses de la inauguración del Museo Carmen Thyssen de Málaga, una pinacoteca que nace con la previsión de recibir unas 200.000 visitas en su primer año. La baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, han rubricado el contrato por el que la coleccionista cede de forma gratuita las 236 obras que componen la colección permanente. Un acuerdo entre ambas partes que tiene una validez de 15 años prorrogables. Recientemente, además, ha iniciado su andadura como directora artística del centro museístico Lourdes Moreno, en sustitución de la dimitida María López Hernández, semanas después de su nombramiento. Moreno pinta las palabras cuando habla de un museo en el que tiene volcado todo su empeño. Y los colores elegidos son los del empeño, el tesón y la prudente ambición. El objetivo es que el Thyssen acabe de abrochar el proyecto de convertir la capital de la Costa del Sol en la gran avenida de la cultura museística de España. La directora del Thyssen está convencida de que se está en el camino. Que hay vida más allá del sol y playa.

–¿Cuáles son sus objetivos al frente de la dirección artística del Museo Carmen Thyssen de Málaga?
–En líneas generales, la puesta en valor de nuestras colecciones permanentes de arte del siglo XIX y que la pinacoteca sea un lugar de punto de encuentro dinámico, intercambio de ideas y de revisión de la historiografía en general.

–¿Qué ofrece al visitante el remodelado Palacio Villalón sobre el que se ha construido el museo, al que acompañan en varios inmuebles la sede de su fundación, una biblioteca y una sala de exposición arqueológica?
–La parte más importante de su colección permanente pertenece al siglo XIX aunque hay parte importante también de cambio de siglo. Acoge obras de Fortuny, Regoyos, Martín Rico, Beruete, Pérez Villaamil, Sánchez Perrier, Solana, Romero de Torres, Sorolla y Zuloaga, entre otros, en lo que es un claro intento de ofrecer especial atención a la pintura costumbrista andaluza.

–¿Qué destacaría de la colección?
–Que es una colección desconocida para el gran público, de carácter costumbrista, popular. Se trata de paisajes que fueron realizados para consumo interno de una clase burguesa. No es lo que solemos ver en otros museos de España, que ofrecen otro tipo de pintura, más grandilocuente. De hecho, muchos de los visitantes del extranjero que recibimos resaltan esa faceta desconocida. Se trata, asimismo, una pintura de gran calidad técnica.

–Además de la colección permanente, ¿qué exposiciones temporales prepara el museo?
–Estamos trabajando en su programación aunque la próxima semana, el martes día 14, se inaugura una muestra titulada «Tradición y modernidad en las colecciones de Carmen Thyssen». Es un diálogo entre obras realizadas en España con maestros internacionales, que parte del impresionismo y post-impresionismo hasta nuestros días. Algunas piezas son de reciente adquisición por parte de la Baronesa; otras provienen del Museo Thyssen de Málaga, y otras tantas del Museo Nacional de Arte de Cataluña. Va a ser, sin lugar a dudas, una exposición muy atractiva tanto para el público especializado como para el público genérico.

–¿Qué obras y autores contempla?
–Reúne un listado impresionante de artistas. Son 60 obras, entre las que se incluyen piezas de Picasso, Sorolla, Monet, Miró, Matisse, Delaunay o Braque, y podrán visitarse hasta el próximo mes de octubre. La exposición ha sido estructurada en torno a seis apartados: «Fin de siglo», «Retorno al Mediterráneo», «Vanguardias, «Arte nuevo», «Del surrealismo al informalismo» y «Abstracción lírica y arte normativo».

–¿Existe un perfil definido del visitante del museo Carmen Thyssen de Málaga?
–De momento, no tenemos estadísticas para concretarlo, porque el museo ha generado una gran expectativa ante su reciente apertura. Aunque lo que vemos es que es un público muy amplio y generalizado. Más adelante podremos analizar y realizar estudios sobre nuestras visitas para concretar procedencias y otros indicadores. No obstante, en líneas generales, sabemos que el cuarenta por ciento de personas que nos visita procede de algún punto de la geografía española mientras que el resto es público extranjero.

–En cualquier caso, ¿esperaban la acogida que han tenido?
–Ha sido una acogida extraordinaria por la que queremos dar las gracias. De hecho en la entrada del museo tenemos unas postales a través de las cuales queremos conocer si el centro cumple las expectativas, y los comentarios que hemos recibido hasta la fecha son, en líneas generales, muy satisfactorios porque muestran el agrado de los visitantes en una proporción elevadísima. Detectamos gran interés y curiosidad, tanto por la colección como por el edificio, por conocer la puesta en escena de un museo al que acompaña el prestigio de su nombre.

–¿Están preparados para recibir una avalancha de visitas durante la temporada estival?
–Se avecinan, sí, meses muy intensos porque pese a que Málaga capital tradicionalmente se quedaba vacía de visitantes durante el verano ante la presencia de un turista que se decantaba principalmente por el segmento sol y playa, se ha dado un salto cualitativo. Ha habido una importante apuesta desde el Ayuntamiento de la ciudad por ampliar su oferta, en este caso a través de su potencial cultural. Este museo es la guinda de una interesante oferta que se completa con otras importantes pinacotecas como el Museo Picasso o el Centro de Arte Contemporáneo.

–¿Cómo ve entonces posicionada a la capital de la Costa del Sol a nivel cultural y museístico?
–Ha habido un gran esfuerzo en la ciudad en esta materia durante las dos últimas décadas que ha dado sus frutos. Insisto en que el Museo Carmen Thyssen de Málaga viene a reforzar esa oferta cultural con una apuesta que no es excesivamente arriesgada porque el nombre Thyssen acarrea un marchamo de prestigio importante: su nombre.

–¿Cree en este sentido que fue injusta la exclusión de la ciudad como aspirante a la capitalidad europea de la cultura en 2016?
–Sin duda. Creo que tenía suficientes y sobrados motivos para seguir en esa trayectoria, aunque a veces ese tipo de decisiones no se ciñen a determinados parámetros sino a asuntos que puedan trascender del ámbito cultural.

Un proyecto «ilusionante»
Lourdes Moreno llega al Museo Carmen Thyssen de Málaga tras más de dos décadas de trabajo en la Fundación Casa Natal de Picasso, los cuatro últimos como directora. Ante el proyecto «novedoso e ilusionante» que le supuso conocer hace un año la inminente apertura del museo, decidió hace un año participar en un proceso de selección en el que quedó en el número dos. Tras la dimisión de la designada directora de la pinacoteca, María López Fernández, tan sólo días después de su toma de posesión, Moreno fue llamada a hacerse con las riendas de la dirección artística.