Tos del fumador por el Dr Bartolomé BELTRÁN

La EPOC es un concepto clínico que engloba enfermedades como la bronquitis, el enfisema pulmonar y otros trastornos que se caracterizan por la obstrucción del flujo aéreo de manera progresiva y, generalmente, irreversible. Hay que distinguir entre bronquitis aguda o circunstancial y la crónica o permanente. La primera es una afección leve, pero la segunda es progresiva que acaba con la vida de miles de españoles. La forma más grave de la bronquitis y la mayoría de las muertes se producen en grandes fumadores y la llamada «tos del fumador», a pesar de que los adictos se resisten a darla importancia, debe considerarse una de las principales señales de alarma. La reducción de la función pulmonar en la EPOC se produce gradualmente, a lo largo de veinte a cuarenta años. Durante ese tiempo, el paciente no presenta síntomas aunque el pulmón se deteriora. Se sufre una pérdida gradual y acelerada de su capacidad respiratoria.

El tabaquismo es el principal factor de riesgo, pero también intervienen factores como la contaminación, la predisposición genética, las infecciones recurrentes, la obesidad y en el área de trabajo, la exposición al polvo de carbón o al grano, entre otros. Se debe dejar de fumar de inmediato y llevar unos hábitos de vida saludables. Actualmente existen tratamientos farmacológicos que ofrecen importantes mejoras en la calidad de vida del paciente, ya que permiten reducir las exhacerbaciones (ataques agudos que llevan a la hospitalización), aumentan la función pulmonar (al reducir el nivel de deterioro) y mejoran sustancialmente el estado general de salud del enfermo y, por tanto, su calidad de vida.