Dulce disparo en la Casa Blanca

«El Servicio Secreto se va a enojar por esto», le dijo el presidente Obama al joven Joey Hudy. A sus 14 años, Joey acababa de conseguir exhibir en la Casa Blanca algo completamente prohibido: un lanzador de «proyectiles». Aunque a tenor de las imágenes, no queda claro quién estaba aún más emocionado de los dos cuando cargaron el pequeño cañón.

Se trataba de la segunda Feria de la Ciencia de la Casa Blanca, celebrada el pasado miércoles, a través de la cual se motiva a los jóvenes investigadores a colaborar con sus invenciones. Obama fue recompensando a todos los niños seleccionados con el sello de aprobación presidencial hasta que llegó al cañón, que insistió en probar con la prensa como testigo.

El joven inventor, sorprendido por la petición, comenzó a accionar el depósito con una bomba de aire con la ayuda del propio mandatario, que ordenó abrir un hueco entre la nube de periodistas para accionar el dispositivo: «No querríamos heriros», les advirtió Obama. Ante las risas de los asistentes, el presidente les indicó que «va en serio, moveos a la izquierda, por favor».

El aparato, que se denomina «Extreme Marshmallow Cannon», fue accionado de forma conjunta por el joven investigador y por el presidente. Los proyectiles de este arma son dulces de textura esponjosa (también conocidas como «nubes»). El disparo fue a impactar contra las cortinas de la Sala de Comedor del Estado.

Hudy es un habitual, junto a su madre, de las ferias de ciencia y tecnología, y cuenta con el blog «Mira lo que Joey está fabricando».

La inversión en Ciencia
Una buena ración de votos a través de una estampa paternal junto al joven de 14 años, nacido en Phoenix. Y una oportunidad de oro para el anuncio que hizo el líder estadounidense solicitar al Congreso 80 millones de dólares para mejorar la enseñanza de matemáticas y ciencias, una iniciativa que ya fue rechazada el año pasado. Obama insiste en el éxito del país a largo plazo cultivando la investigación.

EE UU anunció una inversión de 22 millones de dólares del sector privado para respaldar la investigación, con Google y Carnegie Corporation como algunos de los valedores de fondos privados.

«La creencia de que formamos parte de la vanguardia en la innovación es tan vieja como Estados Unidos mismo», dijo Obama. «Somos una nación de pensadores, de soñadores, de gente que cree en un mejor mañana».