Historia
Latitud aficiones religión por Marina CASTAÑO
Atención, porque esto del sexo va por países, por religión, por nivel de estudios, por las preferencias musicales... Sí, parece ser que los aficionados al jazz son mucho más activos en lo sexual que los rockeros; también los titulados superiores, los universitarios; los judíos más que los musulmanes o los católicos.
En cuanto a países, los estadounidenses o los griegos practican más que los japoneses. ¿Qué relación tiene lo uno con lo otro? Podríamos pensar que todo en la vida imprime carácter y la latitud, las aficiones, la preparación cultural o la religión tienen que ver con la actitud personal hacia las relaciones humanas. Luego están los que pagan por obtener sexo: los españoles se llevan la palma, muy por encima de los australianos o los británicos.
Esto quizá se deba a una cuestión religiosa o de edad que viene de atrás: es probable que si esta prospección se hace entre jóvenes el nivel descienda sensiblemente, pues son los hombres maduros los que recurren a los servicios de profesionales. La capacidad reproductiva de los españoles era, en otro tiempo, una cuestión de honor, y la práctica de sexo con la esposa casi se limitaba tan sólo al momento en que se decidía tener hijos y para el sexo nuestro de cada día, se le «respetaba», como producto de una mentalidad cuando menos absurda.
Así, el tener una amante o recurrir a las prostitutas era lo habitual o lo cotidiano, lo cual constituía un hecho bastante menos «respetuoso». Quienes hemos nacido en el lugar y en el tiempo adecuado tenemos mucho que agradecer al azar. Sin lugar a dudas.
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