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Cuando escaquearse del trabajo parece una costumbre española: mito o realidad

Dicen que los españoles tenemos una manera peculiar de trabajar. Aquí hacemos las cosas de otra manera, y esto es algo que saben muy bien algunos ingenieros y directores extranjeros que vienen a trabajar a España. Pero... ¿somos así? ¿Dónde acaba el tópico y empieza la realidad?

La siesta, un buen ejemplo de "spanish practices"
La siesta, un buen ejemplo de "spanish practices"larazon

En su oficina de trabajo, descubre que un compañero, que está gestionando los fondos de un proyecto, ha hecho uso de ese dinero para arreglar su coche particular, pero más adelante ha reintegrado esta cantidad y no ha llegado a afectar a la consecución del proyecto. Ante este hecho usted:A- No le da importancia ya que lo fundamental es que el proyecto no ha resultado afectado.B- Evita a este compañero en la medida de lo posible para no verse involucrado en caso similar.C- Informa de este descubrimiento al abogado de la empresa.Ésta es una pregunta real en un examen de Coordinador de Proyectos en un paí­s de la Commonwealth. Aprobando este examen, un ingeniero o un arquitecto obtiene un diploma que es reconocido prácticamente en cualquier país del mundo.En este momento, para muchos ingenieros españoles, y para la mayorí­a de los arquitectos, la única opción de encontrar trabajo es fuera de España. Tal vez haya aún quien contemple esta opción como una tragedia, pero en realidad la posibilidad que hoy dí­a tienen los jóvenes de acceder a un puesto de trabajo adecuado a sus estudios en otro paí­s, es una ventaja que generaciones anteriores ni siquiera imaginaron.Y, en efecto, parece que la generación actual está muy preparada para salir fuera. Hoy día es difícil dar con un universitario que nunca haya viajado fuera de España, que no sepa defenderse en otro idioma o que no conozca personas de otros paí­ses.La generación actual de jóvenes se encuentra inmersa en un mundo globalizado. Está acostumbrada a tratar con personas de otras culturas, otras razas, en vivo o a través de internet, y tiene una idea bastante acertada de cómo son los países de alrededor: idioma, costumbres. Incluso es muy posible que tenga amigos o familiares que ya se encuentren trabajando en el extranjero.Podemos decir que la opción de trabajar fuera de España no sólo es una solución para la coyuntura económica que atraviesa España, sino que se presenta como una opción más, puesto que un español en edad de incorporarse al mercado laboral o de dar un salto en su carrera no va a encontrar gran dificultad en cruzar fronteras.Con una salvedad. Para bien o para mal, los españoles tenemos una manera peculiar de trabajar. Aquí­ hacemos las cosas de otra manera, y esto es algo que han percibido los ingenieros y directores extranjeros que vienen a trabajar a España, a alguno de los cuales les resulta difícil adaptarse a nuestra "coyuntura"laboral."Spanish practices"De hecho ya hay una expresión muy inglesa, «spanish practices», para denominar a la empresa que convive con el escaqueo de sus trabajadores, un fantasma del que resulta difícil librarse. Y sirve tanto para criticar la fusión de British Airways con Iberia, como hizo hace unos días un portavoz de la compañía Virgin Airlines ("nos quedamos con los peor de las 'spanish practices'") como para resumir la dramática situación de las cajas de ahorro, que el articulista del Financial Times resumió como "prácticas españolas".

 

Cuando un anglosajón firma un contrato no sólo presta atención a las cláusulas escritas, sino que también tiene en cuenta una serie de "cláusulas implícitas" que se llevan a cabo de motu proprio.

 

Un ejemplo es la costumbre de pagar horas extra a los trabajadores porque durante su horario reglamentario no han hecho su trabajo. Es una manera de incentivar la baja productividad, que no ayuda precisamente a que los proyectos se concluyan en el tiempo previsto ni con los fondos presupuestados, y que desde luego perjudica a ese otro nutrido grupo de empleados que cumple con su horario y exprime al máximo las horas que está en su puesto de trabajo.Así­ pues, un arquitecto de éxito llega a ser eficaz en España cuando sabe cómo afrontar los imprevistos, fruto de las "spanish practices"de algunos de los profesionales con quienes comparte un proyecto. Cuando da el salto y se accede a un puesto de trabajo en un paí­s anglosajón, tan sólo debe ocuparse de ser un buen profesional en su trabajo, llevarlo con rigurosidad, cumplir objetivos (y no horarios), respetar y venerar las fechas lí­mite. Y todo esto dentro de un marco de cooperación con sus compañeros, de lealtad a su empresa y a sus directores.Y que no se le olvide, la opción correcta es la C.