Europa

Lorca

Debacle patrimonial por Pedro Alberto Cruz

Cualquier crónica que se haga del recorrido realizado por los diferentes hitos del patrimonio histórico–artístico de Lorca podría adquirir la forma de un diario de guerra.

La Razón
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De hecho, entrar a la iglesia de Santiago y constatar cómo su crucero se ha venido abajo y es posible contemplar el cielo desde su interior trae a la memoria tantas y tantas imágenes de templos alemanes asolados por los bombardeos producidos durante la II Guerra Mundial. El panorama es desolador; ninguna de las iglesias históricas de Lorca se ha salvado de la violencia del seísmo acontecido el pasado miércoles. Bóvedas, cúpulas, coros, capillas se han convertido en escombreras. Los daños son tales que se podría afirmar que nos encontramos ante la mayor catástrofe patrimonial en Europa desde que la localidad italiana de Asis fue devastada, hace unos años, por otro terremoto. La fatalidad ha querido que inmuebles que acababan de ser rehabilitados se hayan visto severamente afectados por este accidente natural. El trabajo invertido durante 20 años en la recuperación del rico patrimonio se ha perdido en poco más de cinco segundos. Así son las cosas.

Ahora bien, asumido el nuevo estado de las cosas, toca comenzar a trabajar, a actuar. Si, en alguna situación, la actividad política resulta útil, es precisamente en una como ésta. Ya no cabe la conmoción, la parálisis tras la catástrofe. En este momento, el político es una de las pocas figuras capaz de inyectar optimismo en un contexto que invita precisamente a estados de ánimo opuestos. No hay margen para los síndromes postraumáticos ni para la complacencia en el dolor. La tarea es dura y va a necesitar de muchos años para poderse completar con éxito. Lorca se ha convertido, de un día para otro, en un lugar estratégico en el que refinar al máximo las estrategias de cooperación entre las diferentes instituciones civiles y eclesiásticas. Nunca antes ninguna comunidad española se había enfrentado a una labor de reconstrucción como la que se va a emprender a lo largo de los próximos años. Está en la genética de la Región de Murcia: avanzar a base de durísimas pruebas y de la solidaridad de un pueblo que, por segundos, sorprende cada vez más.
 

*Consejero de Cultura de la Región de Murcia