Brasil
Astaná la ciudad del frío se tapará con una burbuja gigante
El presidente de Kazajistán quiere construir una carpa de dos kilómetros con placas termales sobre Astaná, la capital del país centroasiático, para protegerla del frío siberiano. Cuando esté terminado el proyecto, sus habitantes podrán disfrutar de playas, canales, campos de golf y parques acuáticos mientras el termómetro marca -40ºC fuera de la burbuja.
Puede parecer el sueño megalómano de un iluminado. También se podría ver como una ingeniosa respuesta a los desafíos de la naturaleza. Lo cierto es que el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, está decidido a sacar adelante su plan para cubrir la capital del país con una enorme sábana transparente que proporcionará un efecto invernadero en el interior¿Objetivo? Proteger de las inclemencias del tiempo a los habitantes de la segunda capital más fría del mundo -después de Ulán Bator, Mongolia-, donde el termómetro puede bajar hasta -40ºC en invierno debido a las tormentas de nieve y de viento procedentes de Siberia. Indoor City, que es como se llama el proyecto, tendrá canales venecianos, playas de arena y jardines de ensueño para sus habitantes. Su cubierta termal tendrá dos kilómetros, absorberá la luz solar difusa y la convertirá en energía para calentar a 20.000 personas. Detrás de esta iniciativa colosal aparece la figura de Norman Foster, el arquitecto más célebre del planeta, contratado para llevar a cabo una parte del proyecto, en el que también trabajarán otros arquitectos como Kisho Kurokawa y el español Ricardo Bofill.Las comparaciones con Dubai, la ciudad nacida de la nada en medio del desierto, son frecuentes cuando se habla de Indoor City. Aytekin Gultekin, presidente de la empresa turca Sembol, que participa en el proyecto, asegura en The Daily Telegraph que tanto Astaná como Dubai son urbes que han experimentado un rápido crecimiento en los últimos años y que sólo pueden existir si se controla el clima: «En Astaná tenemos la misma situación que en Dubai, solo que aquí hace mucho frío y en Dubai mucho calor».Indoor City se ha convertido en un acontecimiento insólito en la historia del urbanismo, que recuerda más a las exuberantes construcciones imaginadas por Italo Calvino en «Las ciudades invisibles» que a la realidad de las urbes del siglo XX.Claro que es aquí donde hay que pararse para comprender la magnitud de esta aventura arquitectónica. Astaná es una ciudad reciente, inaugurada por su presidente en 1997, una ciudad levantada desde cero, al estilo de Brasilia, la capital de Brasil. El padre de la nación, como llaman sus compatriotas al presidente Nursultan, consideró que había que trasladar el centro administrativo del país a una capital nueva porque Almaty, la vieja capital, está asentada en una zona insegura por los terremotos. El otro argumento velado era asegurar el dominio sobre la población del norte del país, más ligada a las ciudades siberianas, de influencia rusa, que a la sureña Almaty. ¿De dónde sale el dinero para hacer realidad semejante idea? Kazajistán es un país con abundantes reservas de gas y petróleo, y uno de los graneros más importante del planeta. Los beneficios que ha dejado el «oro negro» ha permitido que en pocos años se construya una ciudad con rascacielos, parques exóticos, monumentos y un palacio de mármol donde vive el presidente. Foster ya diseñó en Astaná el Palacio de la Paz y la Concordia, inaugurado en 2006 con un concierto de Montserrat Caballé. Indoor City está inspirado en un proyecto similar a una escala más reducida. Se trata de Khan Shatyr, un gran centro comercial cubierto con una carpa transparente, obra del estudio Foster and Partners.El presidente inaugurará este complejo de ocio el día 6 de julio, su cumpleaños.
Sean Connery se autocoronó monarca de Kafiristan en la película "El hombre que pudo reinar". Nursultan «reina» el país centroasiático desde 1984. Es un superviviente del imperio soviético que ha conseguido hacer una ciudad de película... de ciencia ficción.
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