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Los Mossos critican la «pasividad» de Interior con los antisistema
La Policía Autonómica evidencia cada vez más su divorcio con la gestión de la cúpula de la conselleria de Interior
BARCELONA- Faltan menos de dos meses para el fin de la legislatura, y a cada día que pasa es más evidente el divorcio entre la conselleria de Interior y los Mossos d'Esquadra. En esta ocasión, el motivo es la batalla campal protagonizada por los antisistema el día de la huelga general, que se saldó con graves destrozos y 60 detenidos.
El portavoz de uno de los principales sindicatos de Mossos, el SPC, David Miquel, aseguró ayer que «habíamos alertado de la presencia de grupos antisistema en la ciudad, pero no obtuvimos respuesta». Miquel señaló que «hace tiempo que advertimos que los grupos de radicales se estaban organizando, pero nadie nos hizo caso». Los antisistema estaban preparando los altercados del 29–S desde agosto.
El mismo portavoz de los Mossos criticó que «no se hizo ninguna actuación contundente por parte de las autoridades políticas, y además el juez debería haber permitido el desalojo del edificio ‘okupado' de plaza Cataluña». La Policía Autonómica denunció la «permisividad» con los movimientos radicales.
Desde la facción de CC OO de los Mossos, su secretario Toni Castejón se expresó esta semana en la misma línea y alertó de que «Barcelona tiene un problema gravísimo con los radicales». Ese mismo día, el conseller de Interior, Joan Saura, aseguró que «los altercados del 29–S fueron un hecho excepcional, y además en cada incidente los protagonistas cambian, no son siempre los mismos». Según los Mossos, hay unos 200 jóvenes antisistema que están presentes en cada altercado que se produce en la ciudad.
Un día después de la batalla campal, Saura eludió cualquier responsabilidad y culpó al juez de haber retrasado el desalojo del citado edificio. La presidenta del Tribunal Superior de Justcia de Cataluña (TSJC), Maria Eugènia Alegret, salió ayer al paso y desvinculó los incidentes ocurridos de la decisión del magistrado y pidió «no desviar las culpas sobre el asunto».
Alegret expresó su respeto por la decisión del titular del juzgado instrucción número 22 de Barcelona, que la Fiscalía recurrió a la Audiencia de Barcelona, y pidió «no polemizar sobre el tema ni intentar desviar responsabilidades sobre el desarrollo de los incidentes».
Para Alegret, ante fenómenos como los alborotadores violentos lo que hay que hacer es buscar «los mecanismos para combatirlos», pero el desalojo de un edificio ocupado no tiene nada que ver con los desórdenes, y lo ha relacionado más con «gente que viene a Barcelona a organizar esos incidentes».
Por su parte, el atestado policial y el recurso de la Fiscalía cuestionan la decisión del juez de no ordenar el desalojo. Los Mossos alegaron que existía un riesgo evidente para la seguridad de sus ocupantes, debido a las obras que se realizan en el inmueble, mientras que el fiscal aportó seis argumentos para demostrar que el edificio no estaba abandonado. Además, el propietario del edificio desmintió también la versión judicial. Según los Mossos y la Fiscalía, el juez tenía suficientes argumentos para ordenar un desalojo de urgencia.
Sólo 2 de los 43 detenidos van a la cárcel
- Sólo dos de los 43 detenidos por los incidentes ocurridos en Barcelona en la jornada de huelga general ingresaron ayer en prisión. El resto quedaron en libertad con cargos, siete de ellos tras declarar ante el juez. Los encarcelados están acusados de desórdenes públicos, atentado a agentes de la autoridad, daños, lesiones e incendio. En los autos de prisión, el juez argumentó su decisión por la gravedad de los hechos que se les imputan, que consideró «especialmente violentos». También cree que hay riesgo de fuga, ya que ambos son extranjeros. Se trata de César Z.F. y Gociu B.M., que aseguró que «estaba en la playa».
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