Cataluña
Ultimátum del PSC a Mas para aclarar la financiación de Convergencia
Iceta dice que forzará una comisión si CiU no da explicaciones claras
BARCELONA-Convergencia vuelve a estar en el centro de muchas miradas después de trascender unas informaciones que aseguran que el ex presidente del Palau de la Música Félix Millet entregó dinero a la Fundación Trias Fargas –vinculada a CDC– a partir de recursos que recibió de la constructora Ferrovial después de que ésta se convirtiera en adjudicataria de obras públicas de la Generalitat, que entonces gobernaban los nacionalistas.La presunta irregularidad, difundida por «El Periódico», obligó al líder de CiU, Artur Mas, a pronunciarse. «Ahora se dice que el Palau hizo unas transferencias a la CatDem (el nuevo nombre de la Trias Fargas). Eso está más que dicho y explicado», dijo Mas. Y añadió: «El Palau tenía muchos patrocinadores. Si el Palau usaba el dinero que le llegaba para unas cosas o para otras, no es un problema de CDC, sino del Palau y eso está bajo una investigación judicial».Al PSC le parecieron completamente insuficientes las aclaraciones de Mas y amenazó por segundo día consecutivo con forzar una comisión de investigación en el Parlament. «A pesar de que no somos partidarios de pedirla, si todas las explicaciones que Convergència puede dar son éstas, no nos quedará más remedio», dijo el portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, en lo que sonó a un ultimátum. Hasta el momento, sólo PP e ICV se han mostrado abiertamente partidarios de forzar una comisión. Bastaría con un grupo más para crear la comisión, pero ERC prefiere esperar dos meses más mientras evoluciona el proceso judicial.Iceta lanzó una exigencia a Mas para evitar la investigación parlamentaria. «Sólo hacía falta que dijera esto: el dinero recibido por el Palau de la Música que fue a parar a la fundación de CDC no tiene nada que ver con las donaciones de una constructora en agradecimiento por importantes contratos de obra pública».Pero a Mas no parecen intimidarle mucho los avisos de sus adversarios, que interpreta como una manera de buscar el desgaste de su partido a cinco meses de las elecciones. «Que hagan lo que deban hacer», desafió.El PP, por su parte, teme que la supuesta financiación irregular de Convergència a través del Palau quede en mucho ruido y pocas nueces. Así lo sospecha la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, que ayer alertó de un «pacto de silencio» entre CiU y PSC para ocultar los casos de corrupción que les puedan afectar.
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