Recordando el 93

Mucho tuvieron que ver Rubalcaba y Jáuregui en la remontada de Felipe González en 1993. El PSOE tenía perdidas aquellas generales enfangadas entre paro, corrupción y demás desastres. Pero ocurrió lo que todo el mundo recuerda tal día como hoy al ver el nuevo ascenso del hombre más sinuoso de esta etapa democrática y hombre fuerte del Gobierno Zapatero para el último tercio de esta segunda Legislatura. Aquella victoria se consiguió a base de doberman y anuncios del fin del mundo si el PP de Aznar alcanzaba el poder. La campaña fue la de las 8.000 pesetas que el PP iba a quitar a los pensionistas si ganaba. El segundo cara a cara entre González y Aznar fue el momento del vuelco que no detectaron las encuestas ni el día de las elecciones. A las 20:00 del 6 de junio de 1993, el PP tenía ganadas las elecciones, al igual que durante la campaña, y fue el voto oculto el trampolín de la remontada. Zapatero ha puesto al frente de las operaciones al mismo equipo del felipismo que destrozó a las encuestas en 1993 y casi lo consigue en 1996. La receta va a ser la misma. No importa que haya más paro o que la deuda se dispare. Ni que el presupuesto y la reforma laboral sean papeles sin sentido. Es la hora de la política en estado puro. Hay que ganar como sea. Vuelven las viejas recetas contra el PP. Por eso lo de Jiménez o Pajín son las últimas decisiones al estilo ZP.