El Circo Price cumple 50 años

Miguel Ríos o Albert Hammond son algunos de los nombres que se dieron a conocer en los conciertos dominicales de estas matinales, y que ahora se reúnen para interpretar de nuevo aquellos temas en el recopilatorio "La leyenda del Price. 50 aniversario".

Al disco lo acompaña un libreto de 54 páginas en el que quien fuera animador y conductor de las jornadas, Miguel Ángel Nieto, o el periodista José Ramón Pardo, cuentan los orígenes del que fue el primer festival permanente en España, así como la "censura brutal"que en la España de los años 60 sufría la música moderna.

Así lo ha explicado en una entrevista con Efe Miguel Ángel Nieto Nieto, fundador y coordinar de las Matinales junto a su hermano Pepe, para quien estas sesiones sentaron "un antes y un después en la música del país".

"Hasta ese momento había conciertos esporádicos y los grupos eran amateur. Las Matinales del Price convirtieron esas actuaciones en algo permanente, y los directivos de las casas de discos iban a ver a los artistas, lo que les convirtió a muchos en profesionales", añade Nieto.
La repercusión traspasó las fronteras de lo musical, ya que en una sociedad maniatada por la dictadura, las matinales fueron "el primer canto de libertad de una generación que quería construirse su propia identidad".

Con precios que oscilaban entre las diez y veinte pesetas, Nieto asegura que, además de muchos jóvenes, se veían también "señoras con abrigos de pieles"en las primera filas.

En las quince sesiones que se celebraron durante la temporada y media que duraron las matinales (de 1962 a 1964), siempre se colgó el cartel de "No hay entradas", y tuvieron clientela fija. Una repercusión posible en gran medida por el excelente aparato publicitario con el que contaba el Price.

Su éxito llegó a oídos también de las altas esferas del aparato político franquista, que de la noche a la mañana se propuso eliminar aquellos encuentros musicales en los que las mujeres practicaban "movimientos inmorales".

Nieto asegura que "nunca hubo incidentes"y que la famosa fotografía del periódico "Público"refleja un grupo de jóvenes a los que el propio reportero gráfico alentó a que bailaran twist en la calle de forma llamativa.

El presentador, para quien las matinales significaron "una escuela", considera que "hoy no serían posibles"aunque "a muchos jóvenes les gustaría". Explica que carecerían del ingrediente "novedoso"que entonces tuvieron y que siempre habría "exaltados"que echarían a perder el espectáculo.

"Ahora es más difícil que la gente se comporte, pero entonces la droga más dura que se movía allí era la Fanta de naranja", concluye el cofundador.