Presidencia del Gobierno
Por qué Chacón por Juan Fernando LÓPEZ AGUILAR
El PSOE afronta este fin de semana una cita con su historia, pero el 38 Congreso no es acerca del pasado: nos examina de futuro. El pasado 20-N, el PP ha obtenido la victoria de su vida con los mismos votos con los que fue derrotado en 2004 y 2008. En cambio, los socialistas perdimos 4,5 millones de apoyos, en nuestra peor cuota de representación local, autonómica y parlamentaria desde la transición. Estamos orgullosos de nuestros 132 años, que incluyen penalidades, persecución y exilio, como también los gobiernos de Felipe y José Luis. Defendemos con la cara alta nuestro historial de servicio, en las duras y en las maduras. Sobre todo en las duras, obligados a aprender de la experiencia y de los golpes. Los españoles que han apostado por nosotros en las peores condiciones no nos perdonarían que nos conformáramos, sin más, y no mostrásemos valor para arriesgar y cambiar para volver a merecer confianza de gobierno en España, planteando desde el primer minuto una oposición firme y útil a las contrarreformas marcadamente regresivas con que la mayoría absoluta del PP se ha desenmascarado.
Ello exige innovar los contenidos de nuestros compromisos distintivos. Con la igualdad de derechos y oportunidades en una sociedad desigual. Contra las injusticias en el reparto de cargas y sacrificios. Contra la discriminación y la exclusión de los jóvenes del mercado de trabajo. Europa, más que nunca, sin billete de vuelta. Un nuevo pacto fiscal para garantizar la sostenibilidad del modelo social europeo y para promover un impostergable impulso de crecimiento inteligente, verde, medioambientalmente saludable y globalmente solidario. La izquierda española pide un PSOE comprometido contra las inequidades fiscales en la UE y contra las injusticias tributarias en España: no debemos aceptar que un ciudadano o emprendedor que no pueda pagar sus deudas se sienta desamparado y nadie acuda en su rescate, mientras los haya que en la banca o en la especulación se sientan seguros e impunes en su irresponsabilidad, sabiendo que su rescate sí que van a disponer del dinero de los contribuyentes.
La envergadura de este envite exige también innovar el modelo de partido, su organización y su comunicación con la ciudadanía. Fundado en el siglo XIX, todo en el PSOE debe estar hoy a la altura de las herramientas y métodos de trabajo propios del siglo XXI. Hay que desperezarse de cualquier instinto conservador que nos aferre a lo que hay, por más que ya no funcione, para aspirar con inventiva a lo mucho que hoy nos falta para ser en plenitud la gran columna vertebral de una mayoría progresista. Tarea colectiva, dirección colegiada, trabajo de equipo. Pero también, exigencia de responsabilidad individual y colectiva, y rendición de cuentas en función de objetivos y resultados. Ello requiere superar los límites evidentes del actual tejido de las agrupaciones. Y reivindicar, además, una mayor coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, lo que proclamamos ser y lo que hacemos, los valores que profesamos y la política que practicamos.
Acometer tantos retos en un momento tan difícil exige visión de futuro, tiempo por delante y una esperanza fundada en que las páginas en blanco que debemos escribir van a colmar la expectativa de los millones de españoles que nos piden que cambiemos para volver a leernos. Que nos atrevamos a hacerlo, como el PSOE hizo en Suresnes, o en el 29 Congreso, desplazando buena parte de un acervo venerable, pero sobrepasado por los requerimientos del entorno al que servimos y que es nuestra razón de ser. Poniendo en hora el reloj de la propia identidad y nuestros mejores valores con el de la ciudadanía y la sociedad transformada que queremos liderar.
Estoy orgulloso de ser miembro del único partido que puede permitirse en España vivir y sobrevivir un ejercicio democrático de tanta intensidad como este: Alfredo y Carme son, ambos, activos de entre los mejores del Partido Socialista.
Juan Fernando López Aguilar
Eurodiputado del PSOE
✕
Accede a tu cuenta para comentar