Conflictos laborales
Cuatro conductores del Metro que querían trabajar agredidos por piquetes
Un piquete de cincuenta personas atacó a cuatro empleados del suburbano en las cocheras de Canillejas
El de ayer era el tercero de la huelga de Metro y el segundo en el que los sindicatos pidieron a los trabajadores que incumplieran los servicios mínimos del 50 por ciento, decretados por la Consejería de Transportes. En la asamblea de trabajadores en la que se acordó este extremo había cientos de empleados, pero Metro cuenta con más de siete mil y no todos ellos estaba de acuerdo con la ilegalidad que supone no respetar los servicios mínimos.
Conscientes de que habría compañeros que querrían ejercer su derecho a trabajar en huelga, los sindicatos convocantes (CC OO, UGT, Sindicato de Conductores, Sindicato Libre y Solidaridad Obrera) organizaron los piquetes el lunes por la noche. Se colocaron en diferentes estaciones y sobre todo en las cocheras de Metro, donde descansan los convoyes y donde acuden la mayoría de los trabajadores en los cambios de turno. «Hay compañeros que todavía no han comprendido el conflicto y no han ido a la huelga. Hay que hacer que lo entiendan», arengaba ayer por la mañana uno de los representantes sindicales de Metro a los trabajadores reunidos en asamblea.
Ayer, estos piquetes pasaron la barrera de lo «informativo» y decidieron impedir por la fuerza a cuatro empleados que acudieran a su puesto de trabajo. Sucedió a primera hora de la mañana, en las cocheras de Canillejas de la capital. Un piquete de unos cincuenta huelguistas se colocó en la entrada para impedir el paso a cualquiera que intentara entrar en las cocheras. Cuatro empleados de Metro intentaron pasar sin hacer caso de las arengas de los huelguistas. Y se la jugaron. Recibieron varias patadas y puñetazos hasta que les apartaron de la entrada a las cocheras, causándoles contusiones y diversos traumatismos.
Los cuatro fueron atendidos en la clínica médica de las cocheras y renunciaron a denunciar los hechos. Sin embargo, en su lugar, ayer Metro decidió poner en manos de la Justicia lo sudecido. La dirección de Metro presentó por la tarde en los juzgados de plaza de Castilla una denuncia por la agresión a los cuatro trabajadores. Además, Metro solicitó en los juzgados que se pida a la Policía más información sobre este suceso dado que los agentes han identificado a uno de los supuestos autores de la agresión.
Desde que comenzó la huelga sin servicios mínimos, el martes, Metro ha recibido varias comunicaciones de trabajadores dispuestos a trabajar. No fueron suficientes para que el suburbano pudiera funcionar, ya que al estar conectadas unas líneas con otras, si una se paraliza afecta a todas hasta producir un colapso de toda la red.
El martes por la tarde, incluso, se intentó abrir la línea 8, que conecta el centro de la ciudad (Nuevos Ministerios) con las tres terminales del aeropuerto. La Policía llegó a prepararse para custodiar a los empleados dispuestos a trabajar. Sin embargo, no se pudo garantizar la continuidad del servicio y se optó por no abrir la línea para no confundir.
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