Sandra Cabrera: «Hay mujeres que son rosas envenenadas»

–«Andares de reina». ¿Va por la vida con andares de reina?
–Sólo en el escenario. Andar todo el día por ahí con esa solemnidad encima debe de ser un poco pesado.

–Por cierto, ¿cómo son esos andares?
–Me imagino que pisar con seguridad y elegancia, caminar erguida.

–Ya puestos, dígame de qué le gustaría ser reina...
–Yo me conformo con ser reina de mi casa.

–Dicen que es la nueva voz de la copla. ¿Qué le atrae de la copla a una mujer joven como usted?
–La he escuchado desde pequeña, me ha acompañado siempre. En mi casa la copla es tan habitual como freír huevos.

–Era una niña cuando apareció en «Lluvia de estrellas» imitando a Marifé de Triana. ¿Siempre se empieza imitando a alguien?
–Sólo la imité para ese concurso, yo busqué mi sello personal desde el principio. Y creo que lo he encontrado.

–¿Y qué trae de nuevo a la copla?
–A veces es nuevo recordar lo viejo, como pasa con la moda, con la música, con la pintura o con la filosofía. El pasado siempre vuelve.

–Canta «Tu ropita con la mía». Si a Bisbal le tiran bragas, ¿qué le tienen que tirar a usted?
–Flores. Y en todo caso, que me tiren camisetas de mi talla.

–«Carceleras del Puerto». ¿Valdría para carcelera?
–No. Tengo poca autoridad y no me gusta ver a la gente encerrada.

–«Habla con los ojos». ¿Los ojos dicen más que las palabras?
–Sí, y son más sinceros. Hablan del amor, el odio, la pena...

–Hay miradas que desnudan. ¿Ofenden a la mujer?
–A veces es bonito sentirse deseada. Despertar pasiones es agradable.

–«Sólo vivo para quererte». ¿Eso es vida?
–No lo creo, pero hay amores muy ciegos y amores que matan.

–Eso de vivir sólo para querer suena a amores antiguos, mujeres de antes.
–Sí, de las entregadas sólo al marido y a la casa. Eso ha cambiado radicalmente, para bien. Hoy las mujeres viven para otras cosas.

–«Rosa de veneno». ¿Va por el PSOE?
–No entiendo de política. La canción habla de una mujer que va de buena y roba maridos. Esas mujeres son rosas envenenadas. Las hay.

–«Puentecito». ¿Tendería un puente entre...?
–Uno que nos llevara rapidito de aquí a la salida de la crisis.

–Precisamente por la crisis nos quieren dejar sin puentes...