Las «Historias comunes» de Cris Morera triunfan en Barcelona

BARCELONA-Hace tiempo que no existen grandes sorpresas musicales en la escena nocturna de Barcelona, pero el pasado jueves fue una excepción. La Sala Sutton acogió la presentación de Cris Morera, una pianista y cantante con un primer trabajo bajo el brazo lleno de pequeñas joyas pop.Con una puesta en escena sobria, Morera apareció sentada al piano. Acompañada de su formación, fue desgranando cada uno de los temas de «Historias comunes». La cantante supo conquistar a su auditorio con piezas que sonaban a pop fresco o a balada nostálgica. Pero Morera no quiso estar sola en el escenario y en cuanto se abrieron las cortinas, pidió a todos los presentes que se acercaran y que la acompañaran aplaudiendo y bailando su música. Por eso la complicidad y el diálogo entre las dos paredes del escenario fue permanente, produciéndose una especie de «efecto karaoke», más habitual en un Palau Sant Jordi que en un espacio más modesto como Sutton.Cris pidió en alguna ocasión que no se apagaran las luces, pues quería ver las caras de los presentes, saber de sus reacciones ante su música, ante temas que pueden recordar a La oreja de Van Gogh, pero con los que busca un estilo propio. Tampoco rechazó el sentarse sola con su piano para darle la intimidad que se merece a canciones como «Sin nombre». Por eso, si ella llevaba encima los nervios del directo, los supo ocultar.Cris Morera, abogada de día y cantante de noche, abre de esta manera de par en par su puerta a conquistar otros auditorios. Sus composiciones, gracias también al apoyo de la guitarra de Julián Kaneysky, el bajo de Luis Navalón y la batería de José «el niño» Bruno, saben llegar a su público y emocionarlos. Es, en definitiva, un nombre a tener en cuenta, que promete marcar la pauta de la balada pop de masas del futuro.