Hay euforia

El Madrid va a recibir al Atlético en momentos de euforia. Ha ganado ya en su grupo de Liga de Campeones y ha experimentado con notable satisfacción las posibilidades que le otorga la plantilla menos habitual. En el Atlético, por más que los fieles mantengan la ilusión de dar la sorpresa, se viven grandes recelos. El equipo no ha dado muestras de regularidad y continúa ofreciendo grandes dudas.

El Atlético ha sido un equipo vulnerable porque la zaga siempre ofrecía oportunidades al rival. El más criticado, Perea, jugador que, en general, ha respondido profesionalmente tanto de central como de lateral, nunca ha sido una estrella, pero tampoco debe ser motivo de mofa por algunos seguidores del club.

Al Atlético le va a faltar en el Bernabéu la peligrosidad de «Kun» Agüero y Forlán. Ambos podían desequilibrar la balanza en un par de jugadas. Aunque ello no sucediera contra el Madrid, siempre cabía la esperanza de que ocurriera. Falcao había ocupado el trono de los delanteros traspasados y no se ha recuperado totalmente de la lesión que le ha obligado a un tratamiento especial.

El Madrid tiene la plantilla más completa, equilibrada y fiable del último siglo. Cualquiera podría reemplazar al técnico en el banquillo porque el equipo es capaz de jugar solo. De Casillas, «obligado a parar», según su entrenador, quien se niega a felicitarle públicamente cuando toca, al último del equipo, hay fortaleza suficiente para ganar el derbi y cuantos partidos le pongan por delante, independientemente de la categoría que se adjudique a los adversarios. Parece imparable.

Posdata. Si gana, Manzano no se montará en Reyes.