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Francisco Márquez de la Rubia: «El nuevo Gobierno de Rajoy traerá las medidas que necesita el país»

«La actitud del Ejecutivo socialista con Ceuta nos ha dejado un sabor de boca agridulce. Necesitábamos el cambio»

Los ceutíes tomaron las calles en 2007 para mostrar su apoyo y agradecimiento a los Reyes.
Los ceutíes tomaron las calles en 2007 para mostrar su apoyo y agradecimiento a los Reyes.larazon

–Tras la victoria del PP, ¿cree que el nuevo Gobierno traerá ese tan esperado cambio?
–Estamos seguros de que el primer discurso de Mariano Rajoy estará plagado de novedades que van a marcar un nuevo tiempo. Un tiempo que significa un cambio en cuanto a la forma de abordar el momento de crisis que vive España. Era necesario tomar medidas y creo que se van a tomar. Estoy convencido de que las que se van a vislumbrar en el discurso de investidura van a ser las que necesita el país, medidas que pasan no sólo por la austeridad, sino también por un mayor control de la deuda pública o un cumplimiento estricto de los compromisos con nuestros socios europeos en materia de déficit y crecimiento. También medidas enfocadas a luchar contra el desempleo o para apoyar a los emprendedores. Un conjunto de medidas que marcan el cambio por el que han apostado los españoles y muy mayoritariamente los ceutíes.

–¿Qué le pide una ciudad tan singular como Ceuta al Gobierno?
–Tanto los ceutíes como los melillenses comprendemos la situación del país y estamos dispuestos a ser solidarios, pero no hay duda de que confiamos en que el PP volverá a tener la misma sensibilidad y comprensión con las circunstancias especiales de Ceuta y Melilla que ya demostró el Gobierno de Aznar. Eso es lo que, básicamente, pedimos y exigimos a cualquier Gobierno: sensibilidad y comprensión. Somos la España africana, la frontera de la UE con otro continente; el encuentro entre culturas; una sociedad multicultural y multiétnica que convive en una armonía ejemplar, pero a la que su propia situación le hace adolecer de una serie de hándicaps que dificultan que podamos vivir con el mismo nivel de calidad de vida, servicios sociales o inversiones que el resto de españoles. Es lo que esperamos del Gobierno del PP. Y que cuando llegue el momento, sabemos que no es algo del primer día, vayamos poniendo en marcha esas modificaciones legislativas a las que el PP nacional se comprometió con el Gobierno de Ceuta cuando estaba en la oposición.

–Podría decirse entonces que confía en que las relaciones con el Ejecutivo serán buenas.
–Estoy seguro. La relación personal existe y el conocimiento de nuestra situación es evidente que lo comprenden y comparten. No podemos esperar más que esa relación fluida fructifique y se transforme en esas necesidades cubiertas a lo largo de los próximos años.

–¿Cómo ha sido la relación con el Gobierno del PSOE?
–El Gobierno de Ceuta ha sido siempre un Gobierno leal con la Administración General del Estado. Sí que es cierto que entendemos que se podía haber hecho mucho más desde el punto de vista de la renovación de nuestro cuerpo legislativo o el régimen económico y fiscal; mucho más en relación a la renovación de ciertos equipamientos e infraestructuras, y mucho más por algunas situaciones que venimos reclamando insistentemente, como la frontera y las barriadas más próximas a la frontera. Pero nos hemos quedado con un sabor de boca agridulce en relación a la actitud del Gobierno socialista con respecto a Ceuta y Melilla. Necesitábamos este cambio para que el nuevo Gobierno demostrara lo que ya demostró en su momento: esa especial vinculación con Ceuta y Melilla.

–¿Hay promesas incumplidas?
–Seguimos adoleciendo de un verdadero plan de inversión del Estado en Ceuta que acometa de una vez por todas la transformación de las barriadas del Príncipe; seguimos sin contar con una frontera a nivel europeo, tal y como somos, una frontera europea con Marruecos; seguimos necesitando inversiones medioambientales y seguimos sin ver esas inversiones sobre todo en Educación, en equipamientos educativos (colegios e institutos), y que es el gran «debe» que deja el Gobierno socialista. No han sido capaces de levantar un solo ladrillo en equipamiento educativo.

–¿Qué novedades hay respecto a la reforma del régimen económico y fiscal de Ceuta?
–No hemos perdido el tiempo. Intensificamos en los últimos tiempos de esta legislatura los contactos con el PP nacional para que nuestras reclamaciones fueran asumidas, además de comprendidas. Eso se refrendó en diversos documentos y hemos recibido la visita de destacados miembros del área económica del PP, que de nuevo han asentido en cuanto a la necesidad de reformar nuestro particular régimen económico y fiscal. La última, de Álvaro Nadal, quien se comprometió a abordar a lo largo de los próximos años esa reforma. Esperamos ver algunos elementos positivos incluso en los primeros meses del Gobierno, a cuyos representantes nos dirigiremos para que conozcan el articulado que queremos reformar. Hablo de bonificaciones en las cuotas empresariales a la Seguridad Social, reformas en el régimen de bonificaciones y deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el de Sociedades, la reforma integral de nuestra ley de imposición indirecta...

–Cambiando de tema. ¿Mejorarán las relaciones con Marruecos?
–Somos los primeros interesados en que las relaciones entre España y Marruecos sean las mejores posibles. Nos unen más cosas de las que nos separan, pero es evidente que hay elementos en los que no vamos a estar de acuerdo nunca, como la soberanía sobre Ceuta y Melilla. Pero eso no impide que las relaciones sean fluidas y en pro del interés de ambos pueblos. Estoy convencido de que el PP trabajará por lograr esas mejores relaciones.


Una ciudad «leal con la Corona»
–Ceuta se volcó con los Reyes cuando visitaron la ciudad en 2007. Ahora, tras los últimos ataques a la Casa Real, ¿se mantiene ese sentimiento?
–Evidentemente. Y es un sentimiento que llevamos con mucho orgullo. Para Ceuta, la visita fue un momento histórico. Todo el pueblo se volcó con el Rey y la Reina y les demostró el profundo cariño y agradecimiento que les tenía. Y ese sentido de lealtad con la Corona se mantiene por encima de problemas puntuales.