España
De «Parla Beach» a la quiebra
La deuda de 300 millones, un pacto de gobierno en peligro y el descrédito de su regidor ponen a la localidad en el punto de mira
MADRID- Hace una década Parla no era más que una ciudad dormitorio difuminada entre los municipios del sur de Madrid. Entonces llegó Tomás Gómez y transformó calles grises en jardines con palmeras, playa y tranvía. Parla se convirtió en Beverly Hills del Sur y se unió al grupo de «grandes ciudades» con Móstoles o Alcalá de Henares al sumar casi 50.000 nuevos vecinos. Sin embargo, todas las luces que trajo Gómez se han fundido en sólo unos años.
Los caprichos
Para convertirse en «Parla Beach», el Ayuntamiento gastó entre 800 y 1.200 euros por cada una de las palmeras que adornan las calles de la ciudad. Y en la famosa «playa» invirtieron cinco millones de euros. Además, en su particular «policía montada», Gómez invirtió unos 7.000 euros por cada animal. Y para presumir de todo ello creó un gabinete de prensa, que costaba al erario municipal más de un millón de euros y una radio municipal, que supuso un gasto de 600.000 euros y que sólo emitía cinco minutos al día. A todo esto se añaden el gran capricho de Gómez: el tranvía de Parla, en el que se invirtieron 120 millones de euros. Y el de su sucesor, José María Fraile: un coche oficial de 50.000 euros.
Unos derroches que comenzaron a pasar factura al municipio en cuanto el flamante presidente del PSM abandonó el barco. Así, un hongo y el frío invierno se comieron una a una las palmeras que ahora se pudren entre los bulevares. En cuanto a la playa, aún hay parleños que no entienden el gasto en un recinto cuya entrada –10 euros– muchos consideran excesivamente cara.
Los caballos de la Policía se pasearon en las fiestas patronales y poco más. La Fundación Manos Tendidas, que se responsabilizó de su cuidado un tiempo, amenazó con dejar a los animales en la puerta del Ayuntamiento, ya que se les debía un año de alquiler y mantenimiento. Los caballos terminaron subastados por casi la mitad del dinero que costaron.
Fraile tuvo que renunciar a su coche oficial y acabó por comprar uno más modesto de 50.000 euros, el doble que el coche híbrido oficial del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Los parleños siguen pagando diez millones al año por la joya de Gómez, el tranvía. Aún deben 29 millones de su construcción.
Círculo de oro
Tomás Gómez supo rodearse de fieles y granjearse la simpatía de los trabajadores del municipio. Su estrategia fue simple: prebendas a los suyos. Así, los funcionarios del Ayuntamiento contaban con una partida de 200.000 euros en los presupuestos para pagarles complementos y ventajas laborales. También cedió locales a las asociaciones de la localidad y acogió a ex alcaldes socialistas como el de Fuentidueña de Tajo.
Todos estos beneficios le estallaron en las manos a su sucesor. José María Fraile tuvo que lidiar con una demanda en el Tribunal de Cuentas porque las pagas extra a los funcionarios incumplían el decreto de José Luis Rodríguez Zapatero que bajaba el sueldo a todos los empleados públicos. Ahora, el alcalde ha anunciado que despedirá a 190 trabajadores municipales –el 25 por ciento de la plantilla– y retrasos en las nóminas y complementos.
La gestión
El líder del PSM no sólo se dedicó a poner bonita la ciudad. Gracias a las inversiones del Plan Prisma del Gobierno regional, elevó la localidad al rango de gran ciudad construyendo un nuevo distrito, Parla Este, para 50.000 vecinos. También prometió la rehabilitación del centro histórico y creó un Plan Municipal de Alquiler que sorteó decenas de viviendas en el nuevo barrio.
Sin embargo, cuando se acabó el dinero se olvidó de la rehabilitación del centro y del sistema de calefacción de los pisos en alquiler, cuyos vecinos denuncian las precarias condiciones de climatización. También olvidó construir polígonos industriales que acompañasen al aumento de población. De hecho, Gómez perdió la oportunidad de crear 40.000 empleos en uno de los centros comerciales más grandes de Europa –promovido por una empresa francesa– porque prefirió el dinero inmediato de otra promotora. Parla ha pasado de ser líder en empleo a ser una de las ciudades con más paro de la región.
Las deudas
Para financiar tanto dispendio, Tomás Gómez privatizó el 80 por ciento de los servicios públicos. Recogida de basuras, escuelas infantiles, la ambulancia municipal, ayuda a domicilio, parques y jardines, limpieza viaria, centros de mayores y la ayuda a mujeres maltratadas se subcontrataron a empresas que, muchas de ellas, han dejado de cobrar del Ayuntamiento. Por ejemplo, Valoriza S. A. optó por rescindir su contrato para retirar las basuras del municipio con 80 millones de deuda pendiente, que tendrán que pagar los parleños hasta 2023.
Cuando el líder del PSM se fue en 2008, dejó una deuda oculta de 240 millones de euros, de los cuales 57 eran facturas sin presupuestar. Esto le costó a Fraile una condena del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por esconder esta cifra. El presupuesto de 2011 es una prórroga del de 2010 y los técnicos del Ayuntamiento han advertido de que la estimación de ingresos no se corresponde con la realidad. En la actualidad, el grupo popular en el municipio calcula el agujero económico en 300 millones de euros.
El derroche en cifras
120 millones invertidos en el tranvía. Anualmente supone un gasto de diez millones.
600.000 euros gastados en la radio municipal que sólo emitía cinco minutos al día.
80 millones deben a Valoriza Servicios Medioambientales S.A., por la recogida de basuras.
24.000euros costó plantar veinte palmeras como elemento decorativo en la calle Pinto.
✕
Accede a tu cuenta para comentar