Vacaciones
Todo incluido al este de Túnez
Entre exóticos jardines y a un paso del Mediterráneo aparece un cuatro estrellas ideal para viajar en familia. Club infantil con actividades para todas las edades y campo de golf próximo hacen las delicias de grandes y pequeños
Túnez es de esos países que dejan huella en el viajero, ya sea por el encanto de sus localidades, por la belleza de sus playas o por la sonrisa generosa de sus oriundos. Bañada por el Mediterráneo, la costa tunecina no defrauda a los apasionados del sol y de la playa, pues presume de un largo litoral vestido de fina arena. Al este del país, la localidad de Sousse es una estupenda parada para los que quieran vacaciones tranquilas, pero con una buena dosis de ocio y entretenimiento. El Iberostar Diar El Andalous, un amplio complejo con mucho encanto, cuenta con los ingredientes necesarios para que el huésped descanse y, también, se divierta. Más aún si son aficionados al golf, pues el establecimiento está ubicado junto al campo Port Kantaoui, con amplios servicios para quienes practiquen este deporte. Para no preocuparse de nada, merece la pena optar por el régimen todo incluido, ya que además de comida y bebida, incluye ventajas como la práctica de algunos deportes de forma gratuita.La amplia piscina exterior, rodeada de hamacas, es el rincón perfecto para relajarse bajo el sol. Y si aparece el apetito, el Pool Snack Bar es la opción ideal para picar algo sin renunciar a un rayo de sol. Para los que viajen con niños, encontrar actividades divertidas y seguras para los más pequeños de la casa no es un problema, pues el complejo hotelero dispone de club infantil con supervisión de profesionales. Agrupados por edades, entre los cuatro y los doce años, los niños pueden desde cantar en un karaoke, pintar o jugar a voleibol en el interior del hotel hasta bañarse en el mar a bordo de una banana. Adiós al estrésMientras los más peques se distraen, los papás pueden dejarse mimar por manos expertas. Tan sólo hay que visitar el spa del Iberostar Diar El Andalous para reponer fuerzas. Allí, la atmósfera creada entre los suaves aromas que se perciben y el silencio que reina deja bien claro que es el rincón perfecto para decir adiós al estrés. Más aún si se dedican unos minutos a la sauna o se aprovecha la ocasión para darse un buen masaje o hacerse un tratamiento de belleza. La gastronomía tunecina es de las más sabrosas y ricas del Mediterráneo, de ahí que sentarse a la mesa sea uno de los mayores placeres que experimenta el viajero por estas tierras. Para cumplir con todas las expectativas, el establecimiento cuenta con dos restaurantes y tres bares aptos para satisfacer las diferentes preferencias. Mención especial merece Le Rebeb, restaurante a la carta especialmente pensado para una cena diferente, gracias a sus propuestas internacionales, pero sobre todo a las exóticas especialidades de Túnez. Tampoco hay que perderse el «show cooking» del restaurante Al Hambra, donde hay un amplio bufé que colma el apetito de los más glotones, ya sea durante el desayuno, el almuerzo o la cena.
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