Consumo

El consumo moderado de cerveza reduce el riesgo cardiovascular y la incidencia de enfermedades

El consumo moderado de cerveza en personas adultas y sanas puede contribuir a la reducción de riesgos cardiovasculares y de incidencias de enfermedades degenerativas como el Alzheimer o la osteoporosis, según los resultados de un estudio del Centro de Información «Cerveza y Salud». Según ha destacado el investigador del Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y coautor de este trabajo, Javier Romeo, el consumo moderado de cerveza, siempre que se realice por adultos sanos y dentro de una dieta equilibrada, podría ayudar a prevenir distintas enfermedades que tienen parte de su base en la alimentación. En este sentido, Romeo matiza que el consumo moderado se cifra entre una y dos cañas al día en las mujeres y entre dos y tres en los hombres. La cerveza es una bebida fermentada de baja graduación elaborada con ingredientes naturales como agua, cebada malteada y lúpulo, y de ellos se desprenden los más de dos mil compuestos que pueden encontrarse en esta bebida, explicó. Asimismo, señaló que la cerveza es una bebida «muy interesante» desde el punto de vista nutricional, ya que aporta vitaminas, fundamentalmente del Grupo B, antioxidantes naturales, carbohidratos, minerales y otros compuestos «beneficiosos para la salud». El estudio es fruto de una investigación en la que se han analizado los posibles efectos del consumo moderado de cerveza en una población de 1.249 sujetos con «alto riesgo vascular». Igualmente, indicó que la cerveza debido a su composición, las propiedades de sus ingredientes, sus características organolépticas y su bajo contenido alcohólico, tomada en cantidades moderadas, podría ser beneficiosa y favorecedora de una efectiva rehidratación después también de la práctica deportiva.