Un Gobierno a la deriva

Zapatero ha perdido el rumbo de la nave de la gobernación de España y nos lleva a un mar de arrecifes plagado de tiburones. La metáfora, por metáfora, no es menos irreal de lo que tenemos encima, que incluso puede ser peor, por aquello de que la realidad siempre supera la ficción. El país clama por el adelanto electoral y cuanto más tarde Zapatero en convocar elecciones generales anticipadas, más y peor nos irá. No son horas de intereses partidarios, sino de salvación nacional, en la que deben, debemos, ponernos todos sin exclusión. Es mucho lo que nos jugamos. ¿Pero por qué no con Zapatero?, se pueden preguntar algunos. Pues porque el causante de todo el desaguisado, de la ruina que tenemos encima, es justamente Zapatero. No se puede salir de ésta con Zapatero, porque se puso la venda en los ojos cuando todos empezaban a tomar medidas ante lo que se nos venía encima, mientras él decía que estábamos en la «Champions League» económica. No, porque no sabe cómo salir de esta, y no también, porque desconoce y no tiene recursos para resolver la situación. El Gobierno está atrapado en su propio laberinto, y la nave debe cambiar de manos si no queremos hundirnos en ese mar de arrecifes infestado de tiburones. El PP no puede hacer más que decirle al Gobierno lo que debe de hacer pero si el Gobierno no lo hace, el Gobierno debe irse. Es el momento de la unidad de todos, pero de todos bien dirigidos para no hundirnos con quienes no saben por dónde van.