Un modelo de crecimiento por Cristóbal Montoro

En las actuales condiciones de la economía española, después de estos años de crisis, no se puede pretender la consolidación del déficit y las pautas estables de austeridad presupuestaria sin reformar el Estado. Hay que revisar la actividad de las Administraciones para evitar las duplicidades y el despilfarro, y establecer los límites del gasto público por una ley de estabilidad presupuestaria, como se prevé en la reciente reforma constitucional. La estabilidad presupuestaria abre el campo de las reformas tributarias para mejorar la financiación de las empresas y estimular el ahorro a largo plazo. Las pymes y los autónomos requieren rebajas selectivas de impuestos, y también tendrán incentivos fiscales las empresas que destinen parte de sus beneficios a inversiones creadoras de empleo. A la vez, hay que acometer reformas estructurales que aumenten nuestro potencial de crecimiento y den seguridad a los inversores internacionales. Es fundamental, ante todo, completar la reforma del sector bancario, para que vuelva a fluir el crédito a todos los emprendedores, en especial a las pymes y a los autónomos.

Tenemos que actualizar nuestras relaciones laborales modernizando la negociación colectiva, de manera que la evolución de los salarios se acerque a la realidad de las empresas, promoviendo una contratación más estable y segura tanto para el emprendedor como para el trabajador, aportando una nueva concepción de la formación profesional y una mayor eficacia contra el absentismo laboral. Con una regulación económica mejor adaptada a las necesidades, tenemos que facilitar el acceso y dar más libertad a los agentes económicos que actúen, o deseen actuar, en los mercados básicos, para aumentar la competencia y, con ella, mejorar la variedad, calidad, seguridad y precio. Todas estas reformas son las que necesita la economía para recuperar un modelo de crecimiento creador de empleo, pero, a la vez, van a contribuir a la estabilidad de la UE. Así, España volverá a ser un socio fiable del club del euro.

Publicado en LA RAZÓN en octubre de 2011