«Mi trabajo es gratificante: hace feliz al otro»

Valladolid- Ofrecer algo con lo que ver contentos a quienes la rodeaban. Éste era el objetivo de Myriam Martín, procedente de una familia de emprendedores, al poner en marcha la marca «Qideas creativas», cuyo objetivo era conseguir hacerse un hueco en el mercado, pero también cumplir con esa máxima de que «el que da el regalo es más feliz que el que lo recibe». Esta idea la ha entendido a la perfección Myriam, que en apenas unos meses ha conseguido ceder los derechos de un juego rompedor, que se comercializa ya bajo la etiqueta del conocido «Party», y que ha hecho las delicias en miles de hogares en los últimos meses. «Rompe con el concepto tradicional de juego, en el que sólo una persona o dos son activas. Aquí todos juegan, todo el tiempo». «Party Pick One», que así se llama, tiene en su envase el propio tablero, ante el que se pueden dar cita hasta 20 jugadores, mayores de 16 años. «No había un divertimento así para adultos -expone Myriam-, y tras testar 400 juegos existentes en el mercado, ya que compré todos los que había, e investigar muchísimo derechos de autor y contactar con las distribuidoras, consideré que ésta era una opción atractiva».

Así lo creyó también Diset, que vio en los 60 pergaminos que ofrece el «Party Pick One», una forma para captar clientes, que a la par son jugadores.

«Buscaba otra forma de ocio para todas esas personas que para reunirse se dedican a pasarse el día tomando copas», ironiza Myriam, quien recuerda que la acogida del juego fue buena desde un primer momento. «En septiembre de 2011, Diset lo acercó a la Feria de Nuremberg, la más importante del sector del juego, se promocionó en televisión, y la gente lo ha acogido muy bien». Ahora, nadie se escapa de la crisis. «También ha afectado a los juegos de mesa, por supuesto, y por eso ya se barajan fórmulas nuevas para comercializar a un precio más económico estos productos», expone.

Este proyecto, expone Myriam, se lanzó para contrarrestar los juegos por internet. «Yo creo que, a veces, hay hartura de no ver a la gente con la que interactuas. De hecho, en las pruebas que se han hecho con este juego, se situó a gente que no se conocía de nada y se ha demostrado que se estrechan las relaciones sociales. Es una terapia de risa y en grupo».

En cuanto a su experiencia como autónoma, destaca que «es muy motivante hacer algo que consideras tuyo». Reconoce que «lo que te lleva es la ilusión, porque sin ella muchas veces piensas en tirar la toalla».

Myriam considera que, para salir de ésta, es importante revertir ciertas cosas. «Hay que favorecer la creación de negocio por parte de los autónomos. Y eso se hace dando un respiro inicial, para luego cotizar. Que se exija tanto en los inicios deriva en la barbaridad de economía sumergida que existe», argumenta.

Y es que, expone, los autónomos dan trabajo a otros autónomos y es una cadena que se debe engrasar mejor. En este punto, Myriam reconoce haber tenido «suerte» al elegir a proveedores, algunos de los cuales eran conocidos o personas del entorno. «Es bonito decir que hay que crear empleo, pero después no se motiva lo suficiente, no se da un soporte», añade, para agregar que «el emprendedor se ve obligado a hacer de todo para sacar adelante su negocio, y no todos sabemos de todo».

Sus retos más inmediatos: comercializar packs personalizados para fiestas de cumpleaños, entre niños de tres a diez años, que venderá «on line».

De cerca
Aunque es ingeniero técnico de telecomunicaciones, Myriam Martín Sánchez se considera una todoterreno de la creatividad. De ahí, la puesta en marcha de la marca «Qideas creativas», hace apenas dos años. Comenzó su andadura profesional, en Madrid, en la multinacional Ericsson, en la que permaneció diez años, a la par que realizó un máster en dirección de empresas. Por motivos personales, su siguiente paso fue regresar a Valladolid, de donde procede, para encargarse de la gerencia de la Federación de Polígonos Industriales de Castilla y León (Fepecyl).