Literatura

Barcelona

Junoy el Apollinaire catalán

Jaume Vallcorba ha recogido por primera vez en castellano toda la producción poética del gran escritor catalán. 

Junoy, el Apollinaire catalán
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Josep Maria Junoy fue uno de los promotores culturales más destacados en la Cataluña anterior a la Guerra Civil. Junoy tocó varias teclas para reivindicar el arte más moderno de su tiempo, ya fuera como excelente dibujante satírico, como editor de publicaciones de vanguardia de lectura necesaria o como crítico de arte atento a cuanto se hacía en París, especialmente las nuevas corrientes pictóricas como el cubismo.

Su faceta como poeta también es una de las más auténticas de la literatura catalana, como lo demuestra «Obra poética», un libro editado por Acantilado en edición castellana bajo el estudio y edición de Jaume Vallcorba, especialista en el escritor.

Pese a que en un primer momento Junoy apoyó las tesis propias del Noucentisme, su contacto con los artistas residentes en París y en Céret le hicieron dar un giro hacia posiciones más rupturistas, especialmente el cubismo. En 1915 publicó en la revista «Iberia» su primer y celebrado caligrama, «Oda a Guynemer», dedicado al aviador francés. El volumen de Acantilado recoge la totalidad de los caligramas realizados por Junoy y que, como se indica en el libro, merecieron el aplauso del padre de este tipo de composiciones: el gran Guillaume Apollinaire. El escritor francés, poco antes de su muerte, le comentaría a Junoy en una carta sus impresiones sobre la oda: «Me he felicitado por haber imaginado esta plástica poética, a la que usted ha proporcionado su primera obra maestra. Me felicito por ello doblemente, como poeta y como francés, porque permite a la amistad catalana expresarse de manera tan lírica, tan fina y delicadamente».

Otro caligrama interesante es el que dedicó a Joan Miró para el programa de la primera exposición que el artista realizaba de manera individual en las Galeries Dalmau de Barcelona, en 1917. También destacan los que Junoy hizo en homenaje al bailarín Nijinski o al escultor Boccioni. El escritor jugó con todo tipo de formatos para la construcción de su obra poética. Por eso no le importa incorporar en sus libros partituras, hai-kaïs o incluso fotografías, como hace en «Le Général Marchand» donde habla de «Mon General, amigo y contertulio de artistas, filósofos y poetas».

En el libro, Vallcorba incluye poemas inéditos que el autor dejó entre sus papeles a su muerte. Como dice el crítico de arte Juan Manuel Bonet, tras la guerra, Junoy optó por cambiar su manera de entender las letras, adoptando «una posición intransigentemente españolista en sus escritos sobre arte». «Obra poética» hace justicia a su legado literario.