Cultura premia la creación extrema de Santiago Sierra

El nombre se hizo esperar y hasta bien avanzada la tarde de ayer no se desveló que Santiago Sierra era el nuevo Premio Nacional de Artes Plástica 2010, un artista nacido en Madrid en 1966 y afincado en México. Ni es conformista ni se conforma: probablemente sea el más polémico creador a cuyas manos haya ido a caer el galardón, de hecho, el jurado valoraba ayer de manera especial su «obra crítica que reflexiona sobre la exclusión y la explotación de las personas, y así genera un debate sobre las estructuras de poder, tal y como se manifiestan en sus diversos proyectos desarrollados a lo largo de dos décadas».

Un «tour» de película
Con el buzón de voz activo (Sierra es enemigo íntimo de las entrevistas), estaba concentrado y atrincherado ayer en su estudio, donde asistía al primer visionado de la grabación de «No Global Tour». Con la «performance», que el año pasado presentó en ARCO la Galería Helga de Alvear y que ha paseado por medio mundo, rodó una película de hora y media en 16 milímetros que es la que presentará con seguridad el año que viene. «Ignoro hasta qué punto sabe que ha ganado el premio», desvelaban desde su galería. Los dos últimos años han sido muy intensos para Sierra: dos hijas, una película (que le ha absorbido prácticamente todo su tiempo) y un galardón (que está dotado con 30.000 euros) para un artista que, según el Ministerio de Cultura, está cargado de «reivindicaciones sociales y políticas desde sus comienzos». Sierra es un artista extremo para el que no existen ni la tibieza ni el gris: ha denunciado la explotación a través de sus obras. Ha escondido, por ejemplo, a un centenar de desempleados en la madrileña calle Doctor Fourquet y dejó constancia de ello a través de una fotografía. También ha embarcado a un número indeterminado de indigentes en una patera.
Sierra es un artista multidisplinar que se mueve entre la «performance» y la escultura, un creador que levanta la voz. Desde ayer, y aunque él sólo tenga ojos para su nueva obra, posee un galardón más en su haber.


En venecia con un dni especial
Un calificativo que acompaña al trabajo de Santiago Sierra es controvertido. En «Los penetrados» presentaba todas las combinaciones posibles de penetraciones entre hombres y mujeres de raza negra y blanca. Los voluntarios fueron reclutados mediante un anuncio en la prensa y percibieron 250 euros por su trabajo. En 2003 fue el artista elegido para representar a España en la Bienal de Venecia: tapió el acceso al pabellón y solicitó para entrar en él un dni especial.