Galicia
Refugio antiestrés en una fábrica de papel
A dos kilómetros del bullicioso centro de Santiago de Compostela, el Relais & Châteaux A Quinta da Auga regala al huésped el placer de descansar rodeado de un bosque. Un coqueto spa y un exquisito restaurante no defraudan a los más exigentes
Una antigua fábrica de papel del siglo XVIII, considerada la más grande de Galicia en la época pre-industrial, da cobijo hoy en día a un coqueto hotel que rezuma sosiego y tranquilidad. Después de una minuciosa restauración de seis años que dirigió con entusiasmo y mucho mimo Mª Luisa García, una de las propietarias de la finca, A Quinta da Auga se alza como uno de los secretos mejor guardados de la planta hotelera de Santiago de Compostela.
Dormir junto a la imponente catedral de Santiago es un lujo, pero lo cierto es que hay algunos privilegios difíciles de lograr en el corazón de la ciudad. Por ello, alejado del bullicio del centro de la urbe, este Relais & Châteaux regala al huésped el placer de reposar rodeados de un bosque natural y al son del río Sar.
Cruzar la puerta del hotel supone adentrarse en un refugio terrenal. Aquí, el silencio es el gran compañero de viaje, pues las habitaciones están aisladas acústicamente. Decorada cada una de ellas con un estilo diferente, pero con mucho gusto, las 45 estancias combinan antigüedades con mobiliario moderno sobre un cálido suelo de madera. Y no falta ni un solo detalle, pues hay televisión, acceso a internet wi-fi gratuito, caja fuerte, albornoces y zapatillas...
Hidromasaje bajo el sol
Aunque con tanta comodidad no apetezca salir de la habitación, hay mucho por hacer fuera de ella. El alojamiento cuenta con un amplio spa situado en la planta superior en la que oriente y occidente se dan la mano para lograr una agradable sensación de bienestar. Parte del secreto está en su techo acristalado y sus grandes ventanales, que inundan todo el espacio de luz natural. Así, relajarse en el jacuzzi, tumbarse en las camas de hidromasaje o tomar una ducha de sensaciones es aún más placentero. Los que quieran algo más de intimidad tienen a su disposición el spa reservado donde, a la luz de las velas, resulta imposible no relajarse. Y si hay tiempo, nada mejor que rematar la tarde con un masaje. Hay opciones para todos los gustos y necesidades.
Lucir el sello de Relais & Châteaux es sinónimo de atención personalizada e instalaciones muy cuidadas, pero también de buen hacer en los fogones. Resulta obligatorio dejarse caer por el restaurante Filigrana, pequeño pero muy acogedor, con una carta amplia en la que las recetas familiares conviven con platos modernos de una exquisita presentación y mejor materia prima. Imprescindible probar un buen plato de pescado, como el rape de la ría con gambones y redondo de arroz, o el bacalao al horno en costra de «broa», aunque los carnívoros no deben renunciar al solomillo de vaca gallega. Regado con un vino de la zona, la velada es, al igual que la estancia, inolvidable.
>> Dirección: Urbanización Brandia. Paseo da Amaia 23b, 15706, Santiago de Compostela.
>> Instalaciones: 45 habitaciones insonorizadas y con vistas al jardín, spa con circuito hidrotermal y área de masajes y tratamientos, jardín, parking, bar, restaurante y espacio para eventos.
>> Contacto: 981 534 636 y www.aquintadaauga.com.
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