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El cambio climático reduce un 20% de las especies forestales en España

El 20 por ciento de las especies forestales españolas se ha reducido significativamente debido al cambio climático en España, y las especies de fauna reducirán su superficie de distribución de territorio incluso con condiciones climática favorables entre 2071 y 2100, en relación con 2011, según datos del estudio Impactos, Vulnerabilidad y Adaptación de la Biodiversidad Española al Cambio Climático.

El trabajo, presentado este martes por la secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Teresa Ribera, analiza la evolución y el comportamiento de la flora y la fauna de la España peninsular y realiza pronósticos en base a distintos modelos predictivos en función de distintos escenarios de evolución del cambio climático.

De estos datos, destaca que bajo un escenario climático extremo, el 85 por ciento de los anfibios, el 67 por ciento de los reptiles y mamíferos y el 63 por ciento de las aves, podrían ver reducida en más de un 30 por ciento la superficie de territorio con condiciones climáticas favorables para el periodo 2071-2100, con relación al momento actual.

En cuanto a la flora, el estudio subraya como "especialmente preocupante la reducción de algunas especies forestales como el pinsapo, el abeto común, la encina, el roble albar, y el alcornoque. Con relación a las especies de flora amenazada, se estima que un 50 por ciento podría pasar a estar en situación crítica a medio plazo por efecto del cambio climático.

Por áreas geográficas, el estudio apunta a una pérdida más intensa en la zona sur a algo menos intensa en la zona norte. Así, mantienen unas condiciones climáticas con capacidad relativamente alta de albergar especies algunas zonas del Norte de Castilla y León, Asturias y Cantabria, principalmente.

Con respecto a la fauna, el documento señala que el patrón de contracción de riqueza de las especies sigue una tendencia sudoeste-nordeste y sur-norte para todos los grupos estudiados. Estos resultados coinciden con los de otros modelos realizados en Europa. Esto podría conllevar una migración potencial de las especies hacia las regiones Norte y Nordeste. Mientras, las áreas de mayor estabilidad, al igual que en el caso de la flora, se localizan en la mitad norte de España.