Una semana negra para la estructura de ETA

MADRID- La semana que termina, sin duda, pasará al recuerdo como una de las peores para la banda terrorista ETA, en cuanto a detenciones de presuntos miembros de su organización se refiere. Y es que con la detención ayer del presunto miembro de ETA Josu Rodríguez Mallaviarrena por parte de la Policía Nacional, ya son seis etarras los detenidos en apenas unos días por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, atestando un «duro golpe a la estructura de la organización terrorista», según señala Interior en su comunicado.

Mallaviarena estaba requerido por la Audiencia Nacional para cumplir una condena de tres años por construir zulos en la zona de Uribe-Kosta para realizar acciones de violencia callejera, señala Interior, que recuerda además que «en su día fue procesado por pertenencia a banda armada», y detalla en la nota que fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la brigada Provincial de Información de Bilbao. Mallaviarena estaba pendiente de reingresar en prisión después de que el pasado 15 de junio el Supremo rebajara de 4 a 3 años la pena de prisión impuesta por un delito de depósito de artefactos explosivos por falta de contundencia de las pruebas en su contra.

La semana fatídica para la banda terrorista comenzó el pasado martes con la detención en la ciudad francesa de Albi, de Ugaitz Errazkin Tellería, que formó parte del comando de ETA responsable de los asesinatos de Isaías Carrasco e Ignacio Uría, y del también presunto miembro de ETA, José Javier Osés Carrasco. Apenas unas horas después, el miércoles, era el turno para Maialen Zuazo Aurrekoetxea, detenida en Bilbao, para cumplir una condena de siete años de prisión por colaboración con ETA por haber dado alojamiento y ocultado a varios miembros del «comando Vizcaya».

Pero fue el viernes cuando se produjo el arresto más mediático, cuando fue detenido en Londres Antonio Troitiño Arranz, que fue excarcelado, por error, que fue excarcelado el 13 de abril de 2011. Junto a él también fue arrestado Ignacio Lerín Sánchez, con quien vivía Troitiño desde que fuera puesto en libertad. Ambos terroristas hacían vida normal con el fin de tratar de pasar desapercibidos en el barrio de Hounslow.