Sevilla

Rivas ofreció a Fraile «ser gerente de una empresa pública» por la Alcaldía

El ex delegado de Empleo «envió» a un amigo común de su hermano, según el ex concejal camero.

El ex concejal del Ayuntamiento de Camas, Antonio Enrique Fraile
El ex concejal del Ayuntamiento de Camas, Antonio Enrique Frailelarazon

SEVILLA- Recién acabadas las elecciones municipales de 2007, con el «caso Camas» fresco en la memoria, un conocido común a través del hermano de Antonio Rivas, citó a Antonio Enrique Fraile, supuestamente, en nombre del entonces delegado de Empleo, según el ex edil, para ofrecerle «la dirección de una empresa de la Junta». La petición: que el imputado por el presunto intento de compra del disputado voto de la concejal tránsfuga Carmen Lobo en 2005 –junto al ex alcalde camero Agustín Pavón, el ex concejal José del Castillo y el empresario Eusebio Gaviño–mediara para que el Partido Popular pactara con el PSOE en la Alcaldía de Camas y no con IU, como, finalmente, ocurrió.
El PSOE ganó las elecciones municipales con un corto margen para Rafael Recio, que sacó los mismos ediles (nueve) que Izquierda Unida. La alianza entre IU-PP impidió gobernar a Recio y Juan Pazos fue el regidor hasta que una crisis interna devolvió el bastón de mando a los socialistas seis años después y «caso Camas» de por medio.
Según el ex concejal del PP, a pesar de su alejamiento de los populares tras desencadenarse el «caso Camas», mantenía buena relación e influencia en la agrupación popular camera, de ahí que «intentaran que fuera la llave del Gobierno municipal».
Fraile aseguró a LA RAZÓN de Sevilla que se negó a negociar cualquier tipo de acuerdo y a reunirse con Rivas, como el intermediario le sugirió, según su versión de los hechos. Primero, «porque los ciudadanos de Camas habían elegido que el PSOE no gobernara el municipio» y, segundo, «porque Antonio Rivas –imputado por el ‘caso Mercasevilla'– es el artífice de la ‘trama-trampa'», el término con que los ediles imputados denominan su acusación y el «golpe de Estado en el Ayuntamiento» para «recuperar la Alcaldía» por «importantes intereses urbanísticos» tras la pérdida del poder del PSOE en la localidad después de varias legislaturas, gracias a un pacto entre Izquierda Unida y el Partido Popular.
 Antes del «caso Camas», el PSOE intentó una moción de censura, haciéndose, en principio, con el apoyo de la tránsfuga popular Inmaculada Larrinaga –gracias a distintos ofrecimientos, según denuncia la propia ex concejal–, que, finalmente, se echó atrás, haciendo fracasar el intento de cambiar el Gobierno local.