Estreno

Escándalo en el plató

La Razón
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Una vez se triunfa, hay quien se confía, deja de esmerarse y «muere de éxito». ¿Para qué esforzarse, si se premia la mediocridad? Preferimos convertirnos en un país de gente vaga, resignada a «salir a no perder» antes que «salir a ganar», puesto que ello supone demostrar que uno vale. El desgobierno de ZP&cía también tiene su «OT» particular pero con «T» de «trastazo electoral». ¡Vamos, que se la pegarán en los próximos comicios! Ojalá, por nuestro bien y el de toda nuestra santa vida, pudiésemos cancelar a «sanZPdelasruinas» como T5 ha hecho con «OT». Me bastaron cinco minutos para darme cuenta de que este «OT» tenía menos futuro que una estufa en el infierno. «Salieron a perder»: sobró miedo, faltó talento. A los «triunfitos» deberían haberles hecho coaching (¡falta les hacía!), en vez de impartirles «pseudo lecciones» que les resbalaban, pues no creían en ellos ni en quien las daba. Éste es el mal de España: la gente no cree en ella. Tan acostumbrados están a que les humillen, que han normalizado el apuntarse a operaciones trastazo. Menudo escándalo habrá en el plató cuando «los de la ceja» ya no tengan a quien hacerle la pelota y tragar deban el sapo de la derrota. La clave de un país democrático es decir lo que opinas sin disfraces y sin complejos. Escándalo, este desgobierno es un escándalo.