Médicos
Niños y sábanas secas
La incontinencia supone un trauma para muchos pequeños. En la mayoría de los casos, desaparece por sí sola
VALENCIA- Los niños aprenden a hacer pis durante el día en su segundo año de vida y por la noche, en el cuarto año. Pero no siempre sucede así, y no son raros los casos de pequeños que siguen mojando la cama pasada esta etapa. Sin embargo, hay que distinguir entre enuresis e incontinencia urinaria. Para ser caracterizada como un desorden, la enuresis debe ocurrir a una edad en la que el niño ya debería haber logrado un total control urinario, y eso dependerá de muchas variables.
Del diez al veinte por ciento de los niños de cinco años y aproximadamente el diez por ciento de todos los niños de seis años presentan enuresis -micción involuntaria que ocurre en un tiempo o lugar inapropiado, o socialmente inaceptable-. Entre los seis y los once años de edad los niños tienen una mayor probabilidad de presentar enuresis que las niñas. Luego, la prevalencia tiende a ser aproximadamente igual para ambos sexos.
La enuresis nocturna monosintomática es habitualmente una condición benigna. No obstante, es causa común de ansiedad y frustración para los padres y los niños. Pero pese a ello, sólo alrededor del cuarenta por ciento de los casos son vistos por médicos. Con todo, la mayoría de los niños superarán el problema sin cualquier secuela física o psicológica. De hecho, el quince por ciento de los niños enuréticos de seis años se curarán espontáneamente en cada año subsiguiente. Pero a pesar de los múltiples tratamientos utilizados en la curación, no existe en la actualidad una terapia única y eficaz para todos los casos y comienza cuando la situación empieza a ser incomoda y el niño empieza a estar motivado para estar seco, normalmente entre los cinco o seis años.
¿Herencia?
La enuresis está ciertamente relacionada con factores genéticos y los gemelos monocigóticos presentan enuresis concurrentes dos veces más que los gemelos dicigóticos. Ha sido demostrado que cuando ambos padres han sido enuréticos, alrededor de dos tercios de sus hijos presentan el síntoma; si sólo el padre o la madre ha sido enurético, la incidencia desciende a alrededor de un cuarenta por ciento de los vástagos; y a sólo un 15 por ciento si ninguno de los padres tuvo la anomalía.
¿Por qué aparece?
Aunque comúnmente referida como enfermedad, es realmente un síntoma. No hay una explicación sencilla al problema y en la mayoría de ellos no hay una causa específica identificable.
Han sido propuestas una gran cantidad de causas, incluyendo factores generales como el retraso en la maduración, tensión psicológica, herencia genética, desorden del sueño, enfermedades subyacentes, circunstancias emocionales, familiares e individuales.
Por todo ello, es muy importante la evaluación clínica de todo niño que llega con la queja de enuresis, por la posibilidad remota, de que esté provocada por una enfermedad subyacente (diabetes mellitus, insuficiencia renal, infecciones urinarias).
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