Cataluña

Aumentan las quejas vecinales por la prostitución en el Raval

Las quejas vecinales por la prostitución en el distrito del Raval que ha recibido la síndica municipal, Maria Assumpció Vilà, se han disparado desde que hace un mes ha entrado en vigor el endurecimiento de la ordenanza municipal que prohíbe la prostitución en la calle.

Según ha explicado a Efe la síndica, hacía dos años que los vecinos del Raval apenas se quejaban por la presencia de prostitutas en el barrio y durante este mes ya ha recibido 24 quejas de vecinos por ruidos, altercados y otras molestias relacionadas con el ejercicio de la prostitución en este barrio de día y de noche, sobre todo en las calles Robadors y San Pau.

"Muchas de las quejas son porque algunos pisos se han convertido en meublés con constantes subidas y bajadas de clientes", ha explicado Vilà, que ha considerado que un mes es poco tiempo para hacer una valoración del endurecimiento de la normativa municipal que persigue la prostitución en la calle, pero "vemos que no ha mejorado la situación e incluso ha empeorado".

Vilà ha constatado que tienen constancia de que algunas mujeres africanas que ejercían la prostitución en las calles del Raval se han trasladado al paseo del Litoral y al paseo Marítimo, lo que habría extendido la problemática a otros puntos de la ciudad.

La síndica ha advertido que la situación de crisis puede arrastrar a más mujeres a "buscar una salida, una mala salida"en el ejercicio de la prostitución.

"Aunque un mes es poco tiempo, podemos ver que la situación no ha mejorado", ha dicho la síndica, que ha matizado las cifras facilitadas hoy por el ayuntamiento y ha señalado que son más las mujeres multadas que los clientes sancionados.

El ayuntamiento ha informado hoy de que las multas a prostitutas por ofrecer sus servicios en la calle han aumentado un 61 % y las impuestas a clientes por solicitarlos, un 154 %, en el primer mes de prohibición de la prostitución en el espacio publico barcelonés.

Sin embargo, Vilà ha informado de que estas cifras relativas corresponden a más de 200 mujeres multadas y 112 clientes denunciados, "es decir, se sigue multando cuantitativamente más a las mujeres en situación de vulnerabilidad que a los clientes".

"Nos preocupa el aumento de las quejas y el desplazamiento de la prostitución a otros lugares, e incluso a otras ciudades", ha subrayado la síndica municipal, que ha pedido un informe al ayuntamiento y ha preguntado a las autoridades consistoriales qué piensan hacer con las multas impuestas a las prostitutas, "que no las pagarán".

"Esta ordenanza no soluciona nada, no se tenía que aplicar, la sanción no es la manera de actuar porque la conflictividad ha aumentado", ha insistido la defensora municipal de los ciudadanos, que también ha remarcado la diferencia entre la prostitución en otros distritos, donde se permite la apertura de locales de pública concurrencia, y el Raval, donde están prohibidos.