Memorial Democràtic por César Alcalá

El ex director del Memorial Democràtic, Miquel Caminal, ha explicado hace poco que se siente víctima del gobierno de CiU. Lo mismo ocurre con Garzón, pues algunos lo consideran una víctima por abrir la caja de los truenos del franquismo.

Estos dos ejemplos imponen una reflexión. Como ha ocurrido en los últimos años, lo más importante ha sido recordar unas víctimas y olvidar otras. Con lo cual, sí que cumplen la primera premisa –memorial–, pero no la segunda –democràtic–. Si uno quiere ser ecuánime ha de recordar las víctimas de ambos bandos. El actual director del Memorial Democràtic, Jordi Palou, ha iniciado un proceso para que ambos bandos sean recordados sin sectarismos. Tal vez por eso se siente víctima el señor Caminal.

Durante su mandato no ha existido ecuanimidad. Aplicó el sectarismo. Y me pregunto: ¿Sirve para algo esta institución? Siempre que se aparte de postulados políticos servirá para recordar a las víctimas. Estas no tienen color político. Todos ellos forman parte de una locura colectiva y, en la mayoría de los casos, fallecieron de manera inocente. Sólo si el Memorial Democràtic es imparcial servirá de alguna cosa. Guiado por sectarismos no sirve de nada. Los de hoy no somos víctimas. Estas fueron asesinadas de 1936 a 1975.