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Barcelona
De hecho, el imputado llegó ayer a los juzgados acusado de haber envenenado hasta la muerte a dos mujeres de avanzada de edad. Una vez ante el juez confesó el tercer crimen.
Según el abogado de Joan V., Carles Monguilod, su cliente mató a las víctimas con lejía los días 12, 16 y 17 de octubre «por amor, porque esas personas sufrían y quería liberarlas de ese sufrimiento» y porque «creía que era Dios». El celador, que llevaba cinco años trabajando en el geriátrico, está en tratamiento psiquiátrico y psicológico desde hace más de 20 años por depresiones, ansiedad y un trastorno maniacodepresivo.
Monguilod explicó que su cliente reconoció haber bebido mucho los días en que asesinó a las ancianas. «Bebía en el trabajo lo suficiente para darse ánimos y alterar su comportamiento», apuntó. De hecho, los Mossos encontraron muchas botellas de alcohol escondidas en el geriátrico. El acusado se mostró abatido y muy arrepentido, y aseguró al fiscal no haber a asesinado a más de tres ancianas.
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