Con ideas mucho mejor

Madrid- «Todos los equipos tienen jugadores únicos, que no tienen copia, ni buena ni mala, ni verdadera ni falsa y cuando no están se nota», decía Mourinho hace poco. Ayer probó a dar descanso a dos de su lista de insustituibles y tuvo que abortar el plan en el descanso para que el Mallorca no diera la sorpresa. Este Real Madrid no puede vivir sin Cristiano, Özil, Di María y Xabi Alonso, o sí puede hacerlo, pero a muchísima distancia del Barça. Con ellos, el juego blanco vuela, mientras que con sus sustitutos, los que sean, sólo camina y no a gran velocidad. «Mou» dejó en el banquillo a Xabi y Özil pensando en la Copa y el Sevilla, pero se quedó a medias con su plan de rotaciones: «Hemos jugado dos derbis, que no son amistosos y tienen un desgaste físico y emocional que pasa factura. Por eso quise dar descanso a los centrocampistas que van a ser titulares el miércoles. Me hubiera gustado que no jugasen. Al menos he conseguido que sólo lo hicieran 45 minutos».

Kaká y Gago tuvieron su oportunidad, pero ahora mismo no pueden recitar el papel con la misma soltura que los actores principales. A ambos los defendió su entrenador, recordando que tras sus lesiones no pueden brillar. El brasileño está lejos de su tope, empeñado además en cada jugada en demostrar por qué fue Balón de Oro. Lo intenta con la disciplina de un principiante, pero los rivales se le amontonan por delante. Todo lo contrario le sucede a Özil, que con un simple amago despeja el panorama para buscar la mejor opción. Gago es otro que en el último año ha pasado más tiempo en la consulta del médico y el gimnasio que en el césped y también lo nota. No sólo es imposible que sustituya a Xabi Alonso, sino que también le cuesta hacer olvidar a Khedira. Más allá de Cristiano, el ex del Liverpool es la llave para que todo funcione en el Madrid. Su aparición en el descanso cambió el panorama, dio claridad al juego y permitió a los suyos habitar más cerca del área mallorquinista. Suficiente para que Benzema enseñase su calidad y decidiese el partido.

La afición aprovechó la primera ocasión que tuvo para entrar en el debate sobre la continuidad del técnico más allá de junio y su relación con el club, y lo hizo para hacerle saber que están con él: «Ni canalla, ni violento, el Bernabéu a muerte con Mourinho», podía leerse en una de las pancartas que se vieron en las gradas. El luso contestó: «Si la gente está con el equipo, está conmigo».

-Valdano no quiere «retransmitir» el fichaje de Van Nistelrooy. El director general blanco se negó a contestar públicamente el último mensaje del Hamburgo, en el que aseguraba que «es impensable» el traspaso de su delantero. Mourinho desveló que de fichajes no habla con Valdano: «Lo hago directamente con el presidente y con José Ángel Sánchez».