Castilla y León

Así es el Museo de la Evolución

Las instalaciones se han construido en los últimos seis años y han supuesto una inversión superior a los 70 millones de euros. 

La Razón
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BURGOS- El Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos abrirá sus puertas este martes de manera oficial, con la inauguración de sus instalaciones por parte de la Reina Doña Sofía. Un hito histórico para Castilla y León, que ha conseguido hacer de la capital burgalesa y su entorno, en el que se sitúa Atapuerca, el punto neurálgico del estudio de nuestros orígenes más remotos.No en vano, Atapuerca atesora toda la secuencia de especies homínidas y humanas, desde el homo antecessor -datado hace un millón de años- hasta hoy, pasando también por el neardenthal o el sapiens. El director gerente del Sistema Atapuerca, Javier Vicente, lo explica: «este complejo será el primero y el único que ofrezca un discurso completo sobre la evolución humana». Un espacio en el que se podrán obtener respuestas a las tres preguntas que todos nos hemos hecho, de dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos. Ahora bien, como expone Vicente, «el Museo se pone en marcha desde una garantía de rigor científico, didáctico y atractivo, pero sin que sea un centro de interpretación, porque esto es cultura, no entretenimiento». Para completar ese objetivo se contó con expertos como los codirectores de los yacimientos, pero también con asesores internacionales, como uno del Museo de Historia Natural de Nueva York.Solar de CaballeríaLas instalaciones, que han supuesto un desembolso asumido de forma íntegra por la Junta de Castilla y León de 70 millones de euros, se han ido levantando durante los últimos seis años en el Solar de Caballería, que tuvo usos religiosos y militares. Allí se sitúa ya el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, y allí estará, a partir de 2011, un Auditorio y Palacio de Congresos, en una infraestructura diseñada por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, que musealiza el relato de la evolución humana, a partir de una «caja de luz» que consta de cuatro niveles.

El Museo constituye una antesala virtual de los yacimientos de Atapuerca, con elementos para una mejor comprensión de aquéllos, pero también facilita a quien ya ha visitado la Sierra burgalesa un esquema que permite asimilar mejor el discurso museístico.El centro consta de cuatro prismas. El primero de los cuales se refiere a la Sierra tal como era hace medio millón de años, cuando el homo neanderthalensis convive con animales como los caballos, los ciervos o las hienas.En el prisma dos, que retrotrae al visitante 350.000 años atrás, se observa un paisaje similar al actual, poblado por el homo heildelbergensis. Mientras, en el prisma tres, esa misma especie, hace 600.000 años se sitúa en un paisaje templado, más húmedo, en el que abundan las encinas, robles y brezos. Para concluir, las encinas u olivos son el entorno del homo antecessor, hace 850.000 años.Por plantas, la -1, denominada «Sierra de los secretos», supone una clase práctica de arqueología, con la recreación de las condiciones naturales de la Trinchera del Ferrocarril, la Sima del Elefante, la Sima de los Huesos o la Gran Dolina. En esta zona podrán verse piezas clave en las excavaciones, como el cráneo número 5 «Miguelón», encontrado en 1992; la pelvis «Elvis», localizada en 1994 y perteneciente a un homínido de hace 500.000 años; y el bifaz «Excálibur», hallado en 1998.Un piso más arriba, en la planta 0, el protagonista es Darwin, con su teoría de la Evolución. En la Planta primera lo que se explica es la evolución cultural, la tecnología, el fuego, el simbolismo...Mientras, en la segunda planta, se muestran los ecosistemas de la evolución, clave para dotar de mayor grado de compromiso a los visitantes con el entorno natural y los recursos disponibles, según explica Javier Vicente.El Museo, cuyo acceso costará seis euros, diez si se acude a los yacimientos de Atapuerca, ofrecerá para esa visita al campo de trabajo autobuses directos. También se podrá optar por el vehículo privado, algo en lo que también se ha pensado, con un párking subterráneo de 1.200 plazas, en un espacio expositivo de 6.000 metros cuadrados sobre una superficie total de 12.000.