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El presidente alemán bajo presión por aceptar invitaciones de empresarios

La oposición alemana aumentó hoy la presión sobre el presidente Christian Wulff, después de que éste admitiera haber pasado sus vacaciones familiares en seis ocasiones invitado por empresarios amigos cuando era primer ministro del estado de Baja Sajonia.

A las críticas de la semana pasada por el controvertido crédito privado que Wulff aceptó de la familia del empresario Egon Geerkens en 2008, se sumaron ahora las exigencias para que aclare las vacaciones pasadas, entre 2003 y 2010, en España e Italia, entre otros destinos.
"El presidente debe esclarecer sin demora todo lo relativo a sus tratos privados con empresarios del 'Land' que gobernó", dijo el jefe del grupo parlamentario de los Verdes, Jürgen Trittin, a la primera cadena de televisión pública, ARD.


En el mismo sentido se pronunció el domingo la secretaria general del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles, para quien la permanencia de Wulff en el cargo es insostenible mientras no se aclare complemente el asunto.


El propio presidente pidió la semana pasada disculpas por no haber informado a su debido tiempo de que aceptó un crédito de cerca de medio millón de euros para adquirir su casa familiar en Hannover (capital de Baja Sajonia) y dijo que el dinero se lo prestó Edith Geerkens, esposa del empresario.


En el momento en que Wulff recibió el crédito, en 2008, los intereses a cinco años eran del 5,43 % anual, mientras que él lo pagó al 4,0 % y no se le exigieron garantías. La versión de que recibió el dinero de la esposa del empresario fue cuestionada por el hombre de negocios, quien afirmó al semanario "Der Spiegel"que él negoció los términos del crédito con Wulff.


En medio del revuelo por estas revelaciones, los abogados del presidente difundieron ayer la lista de hasta seis estancias vacacionales, entre 2003 y 2010, invitado tanto por Geerkens como por otros empresarios locales.


Entre las invitaciones que aceptó el matrimonio Wulff de los Geerkens están las vacaciones navideñas de 2010, en Florida (EEUU), así como dos estancias en España, en 2003 y 2004.
En 2008, según esa lista, los Wulff pasaron sus vacaciones en Italia invitados por otro empresario, Wolf-Dieter Baumgart, mientras que en 2008 y 2009 lo hicieron a cuenta de un tercer hombre de negocios, Volker Meyer, en la isla alemana de Norderney. En todos los casos fueron vacaciones familiares compartidas con esos matrimonios de amigos.


A esas visitas, cuando era primer ministro, siguió otra estancia en la isla española de Mallorca, ya como presidente, en casa de un empresario, aunque en esa ocasión fue alquilada, indicaron sus abogados. Wulff, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), se convirtió en presidente del país en 2010 tras la renuncia de su antecesor y correligionario Horst Köhler, quien dejó el cargo tras unas controvertidas declaraciones relacionando la participación del ejército alemán en misiones internacionales con intereses económicos. En sus tiempos como primer ministro en Baja Sajonia, Wulff fue un eterno aspirante a la cancillería y rival interno de la actual jefa del Gobierno, Angela Merkel.